domingo, 1 de abril de 2012

¿Se puede innovar desde una localidad de 38.000 habitantes?

ontinetlogo¿Tiene que estar la innovación en una gran ciudad? ¿Sólo se puede innovar desde Barcelona o Madrid, cerrando negocio en altas torres y en calles repletas de rascacielos? La innovación puede estar en todas partes y ya no es necesario encontrarse en los grandes centros de población para dedicarse a hacer productos novedosos. “Con que tengas una conexión a internet” ya estás conectado con el mundo, nos explica Josep Albors, director del laboratorio de Ontinet.com, la socia española de la firma de seguridad ESET, que cifra en “internet, un equipo y gente con ganas” los puntales básicos para la empresa innovadora.

Ontinet.com se encuentra en Ontinyent, un pueblo de 38.000 habitantes de la Comunidad Valenciana. Alicante o Valencia están a más o menos una hora del lugar, aunque eso no quita tranquilidad a la zona. ¿Cómo una empresa de nuevas tecnologías acaba en una zona tan poco usual? Según nos explica Albors, la compañía se fundó en la localidad como una empresa de distribución y allí se quedaron ya. “No vimos la necesidad de movernos a una gran ciudad”, señala.

La firma es la distribuidora exclusiva en España de los productos de seguridad de ESET y también cuenta con un laboratorio en el que analizan las amenazas que circulan en la red, aunque los principales riesgos y el grueso del trabajo de vigilancia se realiza en la central de Bratislava de la compañía. En Ontinyent se centran en las amenazas que pueden afectar a España, contando con un equipo propio en la parte técnica que se dedica entre otras cosas a analizar la red. Por ejemplo, ellos y desde la localidad analizaron el riesgo potencial en el que se encuentran las impresoras.

¿Cuesta captar talento cuando se trabaja desde un pequeño pueblo? Al fin y al cabo, desde los grandes centros de innovación, las empresas ya lamentan muchas veces los problemas para conseguir según qué perfiles. Josep Albors confiesa que “sí es difícil” pero “por simple estadística”. Los procesos de selección son diferentes a los que realizan las firmas situadas en grandes núcleos de población. Ellos buscan “las ganas de aprender” en sus trabajadores. SAT Ontinet

¿Y qué se puede ofrecer desde una localidad pequeña? Más allá del encanto de vivir en un lugar distinto, un espacio en el que se puede abrir la ventana y no respirar el aire contaminado de la gran ciudad o ir al trabajo con calma y tranquilidad y no temiendo perecer en una avalancha en el metro, una localidad de 38.000 habitantes tiene otras claras ventajas como “el tema de la vivienda o encontrar aparcamiento”. Los servicios, al final, son los mismos que en un lugar con más habitantes.

Una tendencia al alza

Ellos son unos pero no son los únicos que empezaron en un lugar ‘insual’ y se quedaron allí. Central de Reservas tiene su sede en Aínsa, en el Pirineo aragonés. Y muchas son las firmas de base tecnológica que están naciendo fuera de los tradicionales centros de trabajo como Barcelona o Madrid. ¿Está valorando más el trabajador otras cosas, como vivir en un lugar menos estresante o poder ir al trabajo andando?

“Creo que es una tendencia en alza”, nos apunta Josep Albors, “aunque depende de las personas”. Ellos tienen a trabajadores viviendo hasta en la Sierra de Madrid, ya que el teletrabajo (una tendencia realmente “al alza”) elimina las barreras para que todos puedan trabajar desde lugares tan exóticos como ese. Sólo hay que desplazarse cuando es necesario.




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