Una asociación de consumidores portuguesa, la Associação Portuguesa para a Defesa do Consumidor, DECO, ha iniciado un proceso judicial en el país vecino contra Apple. Portugal se convierte así en un nuevo foco de batalla para la compañía de Cupertino en un tema que ya le ha dado problemas en otros países de la Unión Europea: el incumplimiento, según las asociaciones de consumidores, de las leyes comunitarias en materia de garantía para los productos electrónicos.
La ley portuguesa, en sintonía con las normas de la Unión Europea, obliga a los fabricantes a ofrecer una garantía de dos años para sus productos electrónicos. Móviles, portátiles o tabletas están así protegidos durante ese período. Apple oculta, según las asociación de consumidores, esa información a los consumidores, ofreciendo un seguro de pago que al final cubre lo mismo que la garantía. El AppleCare es por tanto, aseguran, una práctica comercial desleal.
“La ley comunitaria y portuguesa da una garantía de dos años para los bienes móviles, pero Apple no reconoce esta realidad”, denunciaba recientemente Jorge Morgado, tal y como recoge el diario luso Público. “Tras varios intentos para intentar hacer cumplir esos derechos, sin éxito, hemos decidido realizar una acción judicial popular”, añade.
La asociación de consumidores no está sola en esta lucha. La AGCM (Autorità Garante della Concorrenza e del Mercato), el organismo regulador de consumo italiano, se ha mostrado altamente combativa en esta materia. A finales de 2011, la Autorità sancionaba a Apple con 900.000 euros por no informar a sus compradores de forma adecuada de las obligaciones que la firma tenía para con ellos gracias a la garantía de sus dispositivos. Hace escasos días, el mismo organismo amenazaba a Apple con suspender sus operaciones en el país durante un mes por continuar ofreciendo el AppleCare para cubrir lo mismo que ya protege la garantía.
Además, dos eurodiputados portugueses han decidido llevar a la Eurocámara la situación, presentando una pregunta en el Parlamento Europeo sobre la situación y presionando a la Comisión para investigue a Apple.
Demanda de 40 millones en Portugal
Pero Apple no sólo tiene problemas en Portugal por no cumplir, supuestamente, las obligaciones legales en materia de garantía. También se enfrenta a una demanda de una empresa por abuso de posición. El grupo portugués Taboada & Barros era el distribuidor en exclusiva de Apple para Portugal y así lo había sido durante 20 años. Sin embargo, y siempre según su versión, Apple entró en el mercado portugués de forma directa (no hay una red de Apple Stores en Portugal, pero la compañía ha asumido la distribución a retailers de sus productos) en 2007. Y ahí empezaron los problemas para la compañía.
“Apple llegó a Portugal en 2007 y, durante el año siguiente, robó los canales de distribución que había montado Interlog (la casa madre de la firma) durante más de 20 años, apoderándose de nuestros distribuidores”, explican al diario Sol fuentes de la empresa. Primero se quedaron sin poder vender a la Fnac, que era el 32% de su facturación, y luego fueron desapareciendo sus otros canales de venta. La desaparición de estos canales y los altos márgenes impidieron que la firma pudiese recuperarse y en 2011 tuvo que cerrar sus puertas.
Ahora la firma demanda a Apple por prácticas abusivas y por fijar precios y reclama una indemnización de 40 millones de euros.
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