Tanto Apple como Qualcomm pujaron para invertir junto a Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. para conseguir acceso exclusivo a chips destinados a teléfonos inteligentes y tabletas. Aambas compañías querían conseguir que TSMC fabricase chips en exclusiva para ellas, pero el fabricante no aceptó las propuestas recibidas.
Por lo tanto, de haberlo conseguido, habrían logrado que el mayor fabricante de chips personalizados del mundo no trabajase con sus competidores, lo que les habría dado una gran ventaja respecto a estos.
Las propuestas de Qualcomm y Apple superaron las dos los 1.000 millones de dólares, según han asegurado fuentes con conocimiento sobre las negociaciones a Bloomberg.
De todos modos, no parece que TSMC esté dispuesta a comprometerse en exclusiva con un único cliente. En las últimas semanas, representantes de la compañía taiwanesa aseguraron que estarían abiertos a dedicar alguna de sus fábricas a un cliente, pero esta solución podría no satisfacer a Apple o Qualcomm.
Durante un tiempo, Samsung fue uno de los principales fabricantes de chips de la compañía de la mañana, pero los últimos enfrentamientos legales entre ambas empresas obligaron a Apple a buscar nuevos proveedores.
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