En el camino hacia el ecommerce, las grandes cadenas de comercio tradicional echan mano de soluciones imaginativas para conseguir mantener a sus clientes y sobre todo hacerse con nuevas ventanas de negocio. Por ahora, casi todas las propuestas son provisionales o forman parte de una campaña temporal y asociada a algún evento concreto. Sin embargo, a pesar de su condición de efímeras, estas ideas suelen tener mucho éxito. Es lo que sucede con las tiendas de códigos QR. Todas las ideas que mezclan soportes físicos con una acción virtual acaban seduciendo al público.
La última compañía en unirse a esta idea es Peapod, una firma que arrancó como compra por teléfono y que después dio el salto a la compra online. La empresa ha lanzado una iniciativa que invita a los consumidores a aprovechar el tiempo que están en el transporte público para hacer la compra, como recoge FastCompany. Un inmenso cartel en las paradas de los equivalentes al Cercanías permite descubrir 50 referencias de producto, que el usuario puede ampliar en la app móvil de la firma.
Peapod mezcla app móvil y compra virtual en un único producto: para poder adquirir los productos de la cartelería el usuario final necesita contar con la aplicación asociada al servicio.
“Atrapa a nuestros consumidores potenciales de una manera que un mailing directo no puede hacer”, apunta en declaraciones a FastCompany Peg Merzbacher, directora de marketing de la firma, “y es un mensaje repetitivo que pueden ver cada día. Pensamos que es quizás la mejor manera de hacer que la gente pruebe nuestra app”.
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