El cambio de los términos de servicio en Instagram ha desencadenado críticas en toda la Red. Detrás está el interés de Facebook por rentabilizar el servicio de fotografía móvil que compró por casi 1.000 millones de dólares hace unos meses. De hecho la política adoptada es un reflejo de la línea seguida por la red social desde sus inicios.
Pero también supone una ruptura brusca con lo establecido hasta ahora por Instagram. Pese a que el cofundador del servicio de fotografía Kevin Systrom ya ha aclarado que no existe ninguna intención de utilizar las fotos de los usuarios para publicidad…
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