Era extraño examinar la Península de Corea en Google Maps y comprobar el cambio radical en el mapa que existía entre el país del norte y sus vecinos. De ciudades, carreteras y detalles topográficos se pasaba a un espacio gris y vacío. Únicamente la capital Pyongyang estaba visible, aunque sólo como un punto de referencia.
Ahora en el mapa de Corea del Norte hay carreteras, ciudades y otros núcleos de población. Las zonas donde abunda la vegetación están marcadas y la frontera con China o Corea del Sur no muestra una discontinuidad en la información.
En su blog oficial, Google reconoce que el mapa “no es perfecto”, pero da una idea de cómo es un país que antes no había compartido este tipo de datos. La compañía señala que la recogida de información se ha hecho gracias a una comunidad de ciudadanos cartógrafos, que han subido su contribución a la plataforma Google Maps Maker.
El presidente de Google Eric Schmidt visitó hace unas semanas Corea del Norte en lo que, según se dijo, era un viaje privado. El directivo y la cara más visible de la compañía en los últimos años, primero como CEO y después en su cargo actual, llegó al país asiático sin que se llegara a conocer realmente el sentido de su viaje.
Lo cierto es que pocas semanas después Google Maps ha incluido a Corea del Norte en su base de datos. Este movimiento puede ser considerado como un ligero gesto de apertura por parte del país, que era de los pocos reductos que quedaba sin mapear. Bosnia-Hercegovina era otro de ellos, pero en los últimos meses permitió al gigante de Internet mostrar su información.
Consecuencia de este viaje, y también de la introducción de Corea del Norte en Google Maps, ha sido el descubrimiento de prisiones secretas en el país por parte de Google Earth. El país ha negado siempre la existencia de campos de prisioneros y ahora se enfrenta a una denuncia por violar la Declaración de Derechos Humanos de la ONU.
El aislamiento online de Corea del Norte
La dictadura de Corea del Norte sigue una política de aislamiento respecto al resto del mundo que en el ámbito online se traduce en una censura prácticamente total de Internet. Los habitantes del país tienen pocas posibilidades de acceder a la Red. Sólo zonas para turistas disponen de algún tipo de conexión y siempre con limitaciones.
El gobierno ha creado una red interna para navegar (restringida a unas pocas personas) y las conexiones son a través de satélite. Tampoco existen apenas teléfonos móviles. La población del país es de 24 millones de personas.
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