jueves, 28 de febrero de 2013

Ingress de Google: la batalla por el control de las mentes

ingress

‘El mundo alrededor tuyo no es lo que parece’. Esta es la consigna con la que Google llama a la guerra virtual en su aplicación de realidad aumentada, Ingress. Lanzada oficialmente a finales del 2012, esta app convierte el mundo real en un juego competitivo de misterio e intriga donde el objetivo es luchar por el control de las mentes del planeta.

Es un juego gratuito, pero exclusivo ya que de momento solo se puede acceder a él mediante invitación, y esta puede tardar en llegar más de un mes. Las reglas son complejas e incorporan términos nativos, que se pueden consultar en el centro de dudas. El juego está en continua evolución puesto que hay pistas encriptadas y códigos secretos que se tienen que ir descubriendo.

El desencadenante de la historia que sustenta el juego, es el Proyecto Niantic, una serie de experimentos secretos conducidos por científicos franceses que acaba terriblemente mal, liberando una energía misteriosa. Se desconoce tanto el origen como el propósito de dicha fuerza, pero los investigadores creen que infecta las mentes humanas y cambia la forma en la que pensamos. Debemos controlarla o ella nos controlará a nosotros.

Los Iluminados vs La Resistencia

Planteado este panorama distópico, hay que elegir un bando o facción: los Iluminados son los aceptan y abrazan los poderes que la misteriosa energía puede otorgar, mientras que la Resistencia son los que luchan para proteger y defender lo queda de la humanidad. La colaboración entre usuarios de la misma facción es uno de los puntos fuertes del juego, siendo esencial cooperar entre barrios, ciudades e incluso países, para luchar por la misma causa.

La lucha se libra a nivel global. Puedes seguir el proceso de los jugadores en todo el mundo, planear tus próximos pasos e incluso comunicarte con tus socios utilizando un mapa de inteligencia. Es gracias al sistema de alianzas que se pueden crear ‘campos de control’ (de iluminados o resistencia) sobre determinadas áreas geográficas.

La estrategia de juego es sencilla: hay que moverse por las calles con el dispositivo Android e ir descubriendo portales, fuentes de esta misteriosa energía, que suelen manifestarse en lugares públicos urbanos como estatuas, edificios significantes, fuentes, etc. Es importante saber dónde mirar y qué es lo que estás viendo. Si no se detecta ningún portal de energía dentro del área de acción, se puede crear uno enviando fotos y datos del lugar.

El lado oscuro de la fuerza

¿Qué gana Google con esta andanza? ¿Hay algún propósito oculto detrás de Ingress?. Son muchos los que apuntan que la intención es convertir a los usuarios del juego en ‘espías reales’ para el gigante tecnológico, mientras juegan a ser ‘espías virtuales’ en la aplicación.

Google solicita acceder a la información de GPS del usuario y las fotos que se envían desde la aplicación. Estas imágenes, por ejemplo, que en el juego se corresponden con portales, les van a resultar muy útiles para completar su galería, puesto que son sitios de interés como bibliotecas, museos o estaciones de bomberos.

Parece obvio que todos esos datos que recopilen servirán para completar su servicio de StreetView y Google Maps. Desde el diario El País se lo huelen y afirman que” Google ha conseguido así un ejército de exploradores urbanos voluntarios, todos dentro de su ecosistema”.

John Hanke, vicepresidente de Google y responsable de Niantic Labs (división dedicada a este juego) es el que lidera el proyecto. Él mismo insiste en quieren que los usuarios se muevan, salgan a la calle y que no se queden en casa. “Puede ayudar a descubrir monumentos, locales y sitios que no conocen”, comenta Hanke, sin explicar qué uso tendrán esos datos.

 

 

 





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