viernes, 22 de marzo de 2013

Cloud computing: evolución de un modelo de éxito

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La evolución de cloud computing en los últimos años es todo un ejemplo de un modelo exitoso de suministro de tecnologías de la información. La informática en la nube o, como es más popularmente conocida, cloud computing, es según la definición del National Institute of Standards and Technology (NIST), “un modelo tecnológico que permite el acceso ubicuo, adaptado y bajo demanda en red a un conjunto compartido de recursos de computación configurables compartidos (redes, servidores, equipos de almacenamiento, aplicaciones y servicios…), que pueden ser rápidamente aprovisionados y liberados con un esfuerzo de gestión reducido o interacción mínima con el proveedor del servicio”.

El modelo, que se inició hace ya bastantes años, se ha popularizado especialmente en el último lustro gracias a la mejora en la tecnología que lo integra y a la crisis económica, que ha propiciado que cloud sea un modelo idóneo para un momento en el que tener los costes bajo control y disponer de mecanismos que hagan flexible la gestión de las TI es clave.

De hecho, la consultora IDC espera que más de la mitad de las empresas españolas adopten el modelo cloud en su negocio en 2013. Es más, la nube pública crecerá anualmente un 33% y un 27% la privada hasta 2016, añade la consultora. Lo raro será, aseveran desde IDC, que las empresas no apuesten por esta opción. Desde una de las empresas más activas en el ámbito de cloud computing en España, Arsys, fuentes consultadas vaticinan que “en poco tiempo, todas las empresas utilizarán la nube, de igual modo que adoptaron el correo electrónico o el PC en el pasado”. ¿Por qué?. Desde la firma no lo dudan: “Porque cloud computing refuerza la productividad y competitividad”.

Maduración en España

El modelo de suministro de TI tradicional ha cambiado por completo en España con la irrupción de cloud y de la tecnología como servicio. Ahora, prácticamente cualquier recurso informático puede entenderse como un servicio y en unos años se ha pasado de una primera oferta de soluciones en la nube básicas, como podía ser el correo electrónico, a otras soluciones con muchas más prestaciones y que prácticamente envuelven toda la operativa de la empresa, como puede ser un servidor o la gestión de un centro de datos en la nube para los aplicativos de negocio.

“Esto –aseguran desde Arsys– ha facilitado mucho el suministro y provisión  de recursos IT dentro de las organizaciones. Por ejemplo, en el caso de las Infraestructuras como Servicio (IaaS), antes había que comprar servidores, firewalls, configurarlos, administrarlos, hacer pruebas… Ahora, con cloud, no es necesario afrontar esas inversiones iniciales en adquisición de hardware y toda esa capacidad técnica se gestiona desde Internet, desde la nube: tenemos los recursos que necesitamos cuando los necesitamos, sin obsolescencias, sobredimensionamientos o recursos infrautilizados”.

Los expertos consideran que la oferta del cloud es madura y “sigue evolucionando sobre una estructura básica basada en los principios del modelo (facilidad de uso, autoprovisión, pago por uso y monitorización del consumo, flexibilidad y elasticidad,  accesible vía Internet…), pero precisamente está constantemente incorporando nuevas funcionalidades de una forma transparente, porque lo hace en la nube de los proveedores. Por ejemplo, nuestra solución Cloudbuilder incorpora nuevas funcionalidades prácticamente todas las semanas”.

Es más, la adopción de cloud en las empresas está creciendo por encima de las previsiones, y según datos del sector, ha llegado a duplicarse en el último año. “La búsqueda de la competitividad y de una mayor eficiencia está llevando a los más reticentes a adoptar la nube de forma prioritaria para poder continuar desarrollando su negocio sobre un modelo IT como servicio que  refuerza su competitividad”, indican desde Arsys.

Las empresas más proactivas hacia la nube

En cuanto al tipo de empresas que está acogiendo mejor el modelo en la nube éstas son aquellas que ponen en marcha nuevos proyectos y optan por hacerlos directamente en este modelo desde el inicio. “El ejemplo –aseguran los expertos de Arsys– son las startups, que no tienen una infraestructura previa y optan por gestionar todos sus recursos directamente en la nube, sin concebir siquiera hacerlo sobre una arquitectura tradicional que puede resultar poco eficiente”.

Hay que tener en cuenta, en este sentido, que el gran atractivo del modelo en la nube sigue siendo el ahorro de costes que supone para las empresas, principalmente, por su modelo de pago por uso y porque evita las inversiones iniciales.

Aunque son muchas ya las firmas que optan por la nube por otra de sus grandes ventajas: su efecto multiplicador de la productividad, ya que pone al alcance  de cualquier empresa recursos de TI que hasta ahora sólo estaban al alcance de las grandes corporaciones y con una rapidez de implementación propia del modelo como servicio.

“Por ejemplo –explican desde la compañía– a diferencia del modelo tradicional, las compañías pueden tener un nuevo servidor de menos de 10 minutos, cuando antes había que esperar semanas para elegir el sistema, negociar el precio, esperar a que nos lo sirvieran,  instalar los programas y sistemas operativos, hacer pruebas de concepto… Esas semanas que se ganan de más son semanas de productividad porque te permiten, por ejemplo, adelantarse a tus competidores en las decisiones estratégicas de negocio”.

Algunas barreras aún existentes

La seguridad y los aspectos legislativos han sido históricamente algunas de las mayores barreras de entrada al nuevo modelo pero ¿siguen éstos existiendo? “Las empresas que mostraban esas reticencias para adoptar el modelo cloud están cambiando de opinión a medida que comprueban por sí mismas los servicios en la nube y las ventajas que trae a su negocio –explican desde Arsys–. Aunque la seguridad continúa siendo un aspecto fundamental a la hora de adoptar soluciones en el entorno cloud, este temor viene dado porque todavía se tiene un concepto difuso de lo que hay detrás la nube”.

En este sentido, añaden, hay que recordar que el modelo de cloud no es algo abstracto: “Es una realidad que se materializa en los centros de datos de los proveedores, en la tecnología y el equipo humano que hay detrás. Y esto se aplica también si hablamos de la seguridad jurídica o del cumplimiento de las normativas de protección de datos personales. Por eso, es clave el proceso de elección del proveedor y establecer una relación de confianza como sucede con cualquier proceso de externalización. Debemos saber si el proveedor  cuenta con su propia infraestructura y dónde está ubicada físicamente, los partners tecnológicos que tiene, conocer sus niveles de soporte y SLA, sus niveles de redundancia, la certificación de la empresa y de sus equipos técnicos por parte de terceros…”.

Transformación de los departamentos de TI

Como es obvio, esta tendencia generalizada está cambiando el papel de los departamentos de TI de las empresas. “Cloud básicamente está facilitando el día a día en los departamentos IT, ya que el proveedor asume las complejidades que surjan de la administración de sistemas y red, y libera los recursos de los departamentos técnicos, que así pueden dedicarse a desarrollos vinculados al core business de la empresa”.

Y es que con cloud toda la capacidad de TI se gestiona desde un panel de control que permite crear servidores, establecer políticas de firewall o de copias de seguridad, balanceadores, ajustar capacidad, realizar migraciones, etc. “Operaciones a las que antes los departamentos técnicos tenían que destinar muchos recursos, pero que ahora, en la nube pueden hacerlas en cuestión de segundos”.

 Foto cc: Tristanf





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