Desde que en 2010 supimos que la temporada final de la popular serie House se estaba grabando con una cámara réflex digital, como la que usan muchos fotógrafos aficionados y profesionales, la popularización de las cámaras SLR en producciones de vídeo ha crecido como la espuma. Gracias a la gran calidad de los sensores y al aumento de velocidad de los procesadores, las cámaras réflex de objetivos intercambiables que antes servían sólo para fotografía, se han convertido en verdaderos monstruos de la creación audiovisual, permitiendo que los aficionados obtengan vídeos con calidad “de cine” y se han convertido en las cámaras más populares en la producción de series para televisión, anuncios y reportajes.
El propio director de la serie House, Greg Yaitanes, afirmaba por entonces que habían elegido este tipo de cámaras por lo fáciles que eran de utilizar en espacios reducidos y explicaba; “nos encanta (la calidad del video que producen) y siento que es el futuro”. http://petapixel.com/2010/04/09/house-season-finale-filmed-entirely-with-canon-5d-mark-ii/
Greg Yaitanes ha sido uno de los precursores de la popularización de las SLR en producciones audiovisuales, al grabar la última temporada de House con estas cámaras.
Otro ejemplo es el de Bradford Lipson, director de fotografía para la serie “Wilfred”, que fue contratado expresamente para “refilmar” la producción usando cámaras réflex Nikon D800. Según este director de fotografía, han elegido usar cámaras SLR por el buen comportamiento de su sensor en las zonas de sombra y en los colores oscuros. Uno de los motivos que le ha llevado a usar el modelo mencionado de Nikon, es que es capaz de mandar la señal sin comprimir a un grabador externo, en lugar de recogerla en tarjetas de memoria con una mayor compresión (y por lo tanto con menor calidad). Según Bradford Lipson, las SLR todavía nos son la cámara principal en grandes producciones televisivas, pero son las elegidas cuando se trata de grabar en espacios reducidos o en lugares poco habituales, ya que necesitan mucho menos equipamiento complementario que las cámaras más grandes.
Fotos Bradford Lipson y Nikon D800. La Nikon D800 es una de las SLR más populares en la grabación de vídeo ya que cuenta con características muy útiles como la posibilidad de ajustar el tamaño de sensor usado, la entrada de micrófono o la salida de auriculares.
SLR: las nuevas reinas del vídeo
Las ventajas de las SLR con respecto a las cámaras de vídeo convencional parten, como se ha mencionado, de su sensor de imagen, habitualmente más grande, de mejor resolución y calidad que el de las cámaras de vídeo y sobre todo, en la posibilidad de usar toda la amplia gama de objetivos que hasta ahora sólo se aprovechaban en fotografía. Así, se pueden usar ópticas muy luminosas con grandes aperturas de diafragma que dan un aspecto “de cine” a las producciones sin tener que resignarse a la óptica integrada en la mayoría de las cámaras de vídeo o a las pocas y costosas opciones de las cámaras de vídeo con ópticas intercambiables. Así, con cámaras SLR “de fotografía” con precios de entre 700 y 3.000 euros se pueden producir películas con un aspecto impensable hace unos pocos años. Los propios fabricantes, conscientes de esta popularidad de sus cámaras de fotografía en el vídeo, están mejorando rápidamente las funciones asociadas a la grabación con nuevos sistemas de enfoque automático, conexiones para micrófonos o procesadores más rápidos que producen vídeos más suaves y naturales en las tomas de acción y con movimientos de cámara.
No todo son ventajas
A pesar de que las cámaras réflex han abierto un nuevo universo de posibilidades para los creadores audiovisuales, el hecho de venir del mundo de la fotografía, hace que las cámaras SLR tengan algunas desventajas con respecto a las cámaras de vídeo convencionales. En primer lugar, lo habitual es que, a la hora de grabar vídeo, los sistemas de enfoque automático sean poco efectivos en las SLR (además de ruidosos), lo que hace que sea necesario enfocar manualmente. Además, las pantallas de las SLR no se han creado para monitorizar la imagen en la grabación sino para revisar las fotos que has tomado y son habitualmente demasiado pequeñas para resultar cómodas. Otro problema de las SLR es que su forma de sujeción no ha sido pensada para tener la máxima estabilidad y habitualmente no cuentan con los potentes estabilizadores de las cámaras de vídeo, por lo que es necesario usarlas sobre trípodes o con sistemas de estabilización externos.
Un universo de accesorios
Con la rápida expansión de las SLR en el mundo del vídeo, el segundo fenómeno curioso que se ha producido es el nacimiento de un impresionante mercado de accesorios para grabar vídeo con las SLR. Desde visores y pantallas externas para monitorizar, pasando por micrófonos o antorchas, hasta accesorios para usar cómodamente el enfoque manual o soportes para sujetar la cámara y estabilizar sus movimientos; la gama de productos es casi infinita. Así, es normal que en muchas ocasiones, el cúmulo de accesorios que hay alrededor de la cámara haga que a primera vista parezca un complejo equipo de cine o televisión y sólo fijándote bien puedas ver que en realidad, la cámara con la que están grabando el próximo éxito televisivo es una SLR como la que tu mismo usas para hacer tus fotos en vacaciones.
Fotos réflex con accesorios: Para compensar las limitaciones de las SLR a la hora de grabar vídeo (no en vano fueron pensadas para tomar fotografías), ha surgido un inmenso universo de accesorios que pueden acoplarse a las cámaras hasta casi hacerlas irreconocibles a primera vista.
El futuro: del vídeo y las series al cine con el formato 4K
Tal es el auge de las cámaras réflex en el terreno del vídeo que los grandes fabricantes ya se han lanzado a dar el paso siguiente del habitual Full HD para entrar directamente en los formatos de cine digital como el llamado 4K que cuadruplica el número de píxeles del Full HD para llegar a los 4.096 x 2.160 puntos de resolución. El precio de estas cámaras SLR 4K parte de unos 11.000 euros, que si bien puede parecer elevado, es infinitamente inferior al de los equipos de cine digital convencionales que se empleaban hasta ahora como las cámaras RED que parten de los 30.000 euros o las Sony CineAlta que rondan los 60.000 euros. Además de un precio más asequible, ya sea para adquisición o en alquiler, la inherente ventaja de las cámaras SLR es la infinita variedad de ópticas que pueden emplear ya que pueden usar los objetivos que se fabrican para cámaras de fotografía “convencionales”, mientras que las cámaras “de cine” usan habitualmente monturas y objetivos especiales con una variedad siempre menor y a unos precios siempre más caros.
¿Y dónde puedo reproducir este cine digital?
Por otro lado, para disfrutar de esta calidad de vídeo, de momento son pocos los televisores en el mercado con resolución 4K (también llamados Ultra HD) y sus precios parten de unos 12 o 15.000 euros (aunque han sido los protagonistas de la última edición de la feria de electrónica CES, que se celebra en Las Vegas, y es muy probable que en unos pocos años empiecen a estar a precios “razonables” para tener en el salón de casa).
El problema de los contenidos.
Además, está el otro problema asociado que es cómo se puede distribuir este contenido 4K. Los Blu Ray actuales no están preparados para reproducir películas con esta calidad, aunque se está preparando una nueva generación que podría distribuir películas 4K gracias a los últimos métodos de compresión. En cuanto a las emisiones 4K, por el momento son todavía muy experimentales, aunque se espera que la final de la Copa del Mundo de Fútbol que se celebrará en Brasil en 2014, se retransmita vía satélite en calidad 4K.
Foto: Daniel Plateado
from TICbeat http://feedproxy.google.com/~r/rwwes/~3/p9tpXizcaJ4/story01.htm