Hoy, Día Mundial de la Oficina en Casa, el teletrabajo resulta aún una asignatura pendiente para las empresas españolas, y no lo es por falta de herramientas ni de tecnología, sino por prejuicios culturales y empresariales. Son conclusiones extraídas del informe El trabajo flexible en España ¿es España realmente flexible?, realizado por la consultora IDC.
Así como en Reino Unido entre el 80% y el 95% de las empresas tienen implantadas políticas de trabajo flexible, y en otros países como Alemania y Francia esta proporción se sitúa en el 30%, en España se queda en un 13,2% de las 300 empresas consultadas para el estudio.
Ni se impulsa ni se valora
IDC atribuye este fenómeno a varias razones. Una de ellas es la falta de políticas centrales que impulsen el trabajo flexible, como las que, por ejemplo, se implementaron en Reino Unido durante los años 90 y 2000, que hicieron, a su juicio, que Reino Unido haya llegado al panorama actual, en el que los equipos directivos de un 80% del país apoyen el teletrabajo.
También lo achaca a la ausencia de una valoración del trabajo por objetivos, que dificulta el seguimiento de las políticas de teletrabajo. En España, el 41,9% de las empresas que han implantado modelos de trabajo flexible aún no miden los resultados de la actividad de sus empleados en función de objetivos.
Mucho más que conciliación
En Microsoft, una de las empresas que, junto con Nokia, HP, Vodafone e Intel, conmemora este día, piensan que uno de los errores habituales es pensar que los beneficios del teletrabajo se reducen a la conciliación de la vida social y familiar, cuando en realidad, defienden, el aumento en la productividad está comprobado.
La compañía ha recreado esta mañana en la explanada de Nuevos Ministerios, en Madrid, un entorno de trabajo flexible, para demostrar cómo “gracias a la tecnología se le saca más partido a la jornada laboral y al tiempo libre”. Según su directora de Recursos Humanos en nuestro país, Blanca Gómez, Microsoft Ibérica empezó a implementar el trabajo flexible hace diez años y “los resultados han sido y siguen siendo muy satisfactorios”.
Reinvertir el tiempo
Los datos de IDC muestran que, dentro de las empresas encuestadas, un 44% de aquellas que cuentan con políticas de trabajo flexible aseguraron que sus empleados reinvierten en trabajar hasta un 10% del tiempo que se ahorran en desplazamientos. Eso se traduce en una ganancia neta de un 10% en tiempo por empleado. Asimismo, el 41,1% de los consultados manifestó que cree que ha aumentado su productividad respecto a cuando trabajaba únicamente desde la oficina.
Existen, además de los sociales, familiares y productivos, otros beneficios, señalan en IDC, como la reducción de costes medioambientales y las mejoras en la retención de empleados.
Un empresariado aún reacio
IDC vincula también la escasa implantación del teletrabajo en las compañías de nuestro país al hecho de que la cultura empresarial española es aún reacia a la idea de trabajar desde casa.
Entre las razones que se suelen esgrimir por parte de las empresas para justificar la ausencia de trabajo flexible en su sede, figuran, precisamente, que la política de la empresa no tiene en consideración estas políticas (5,5% de los encuestados), que la dirección de la empresa no lo considera adecuado (5,2%). Por otro lado, un 5,9% consideran que, en su caso, el teletrabajo no es adecuado por el tipo de trabajo que se desempeña.
En nuestro país, explica el estudio, el teletrabajo se halla todavía en una fase relativamente embrionaria, puesto que el 68,7% de las compañías han comenzado a usarlo en los últimos cinco años. Las empresas más receptivas son las pertenecientes a la industria y los servicios profesionales, con unos porcentajes de implantación del 16,4% y el 14,1%, respectivamente. El más reacio, en parte por las características de sus puestos de trabajo, es el de la construcción, con un 3,9% de las empresas inmersas en el trabajo flexible.
Foto cc: wader
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