Según un estudio de Everis, casi la mitad del alumnado de la ESO se siente incapaz de cursar en un futuro estudios científicos o tecnológicos. Junto con la Universitat Pompeu Fabra, la consultora prepara Noa & Max, atrapados en Electronia, una serie de animación que, ante la falta de vocaciones de este tipo en nuestro país, pretende fomentar el talento innovador y el aprendizaje para la creatividad TIC entre los jóvenes.
Noa y Max son dos hermanos que quedan atrapados en Electronia, el videojuego al que estaban jugando, y tienen que resolver una serie de retos empleando todos esos conocimientos de ciencia y tecnología que siempre consideraron aburridos e inútiles.
Electronia será un escenario virtual lleno de obstáculos, donde los personajes y los jugadores aprenderán que ciencia y tecnología pueden aplicarse al día a día y que no hay que ser un genio para comprenderla, explican los creadores de la serie.
Noa & Max, atrapados en Electronia cuenta con financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, y contará con cuatro capítulos piloto, de tres minutos de duración cada uno, que se podrán ver por Internet en www.noamaxproject.com. Va dirigida a jóvenes de 10 a 14 años, una edad en la que los chavales aún no han escogido cuál será su camino profesional.
Las tramas de cada uno de los cuatro capítulos pretenden “mejorar la percepción de los jóvenes de su propia capacidad para entender y poder estudiar fenómenos científicos y tecnológicos, así como potenciar su creatividad y talento innovador”, dicen sus responsables en una nota de prensa.
El director de Everis, Sergio Marco, explica que la intención del proyecto es generar “un punto de encuentro para profesionales de distintos ámbitos y extenderlo a nuevas aplicaciones para los más jóvenes que ayuden a incrementar su interés por las mismas”.
Precisamente por eso, Noa & Max contará con dos portales: uno institucional, dirigido a docentes, padres, profesionales de la animación y empresas e instituciones y otro juvenil, donde, además, de los capítulos habrá material extra descargable.
Max es un chico y Noa es una chica. Los estudios realizados por Everis reflejan también que las chicas se sienten menos atraídas por la tecnología. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, las alumnas matriculadas en ingenierías como Informática y Telecomunicaciones en España no superan el 20% del total del alumnado.
“Queremos cambiar el estereotipo masculino de la tecnología y ofrecer modelos de referencia a las chicas para incrementar su interés por las TIC”, comenta Sergio Marco.
Otras de las conclusiones de Everis es que las plataformas web y la televisión son los canales que mayor influencia ejercen en las decisiones de los jóvenes de 10 a 14 años, con un 56% y 29% de peso, respectivamente. Por eso, está pensado que “Noa y Max” también se emita por televisión en el futuro.
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