La artista madrileña Rosalía Banet cree en el arte como un proyecto conjunto de varias piezas que, aunque por separado funcionan, juntas, en la armonía que ella cuidadosamente les otorga, terminan encajando como un puzzle de ideas “con pleno sentido”.
Una forma de concebir el trabajo artístico que pasa por la conjunción, es más que probable que también acepte chapotear y mojarse los tobillos en la charca refrescante del método disciplinar. Banet hace tiempo que salpicó sus obras con ella. De la fotografía recuerda: “Ha sido una constante a lo largo de mi carrera, aunque sin duda ha cobrado mayor relevancia y sentido en los trabajos que realicé sobre la vida de las siamesas Golosas”. Esta serie fotográfica, resultante de la exposición Carnicería Love (2008), documenta, como en cualquier álbum familiar, las fiestas de cumpleaños y excursiones de sus protagonistas, dos hermanas siamesas que la artista ha puesto a cocinar sus sentimientos “en forma de platos caníbales, como forma de purgar su dolor y sus miedos”.
En cierto momento, los trabajos de Banet, con ese punto infantil que contrarresta con conceptos tan alejados como el canibalismo, la locura o la enfermedad, comenzaron a sugerir, como ella misma señala, un proceso que necesitaba ser plasmado: “Surgió la idea de hacer vídeo-recetas, y así comencé a utilizar el vídeo en algunos de mis proyectos”.
De ahí al dibujo digital solo hizo falta que Banet se hiciera con una tablet. Así, de un modo casi casual, comenzó a incluirlo en su obra: “Empecé apuntando citas y escribiendo notas y esquemas y terminé tomando esas notas mezcladas con imágenes que me sugerían dichas lecturas, a modo de bocetos. Al revisar los apuntes digitales me di cuenta de que estos bocetos tenían mucha fuerza y expresividad y comencé a verlos como piezas completas que trasmitían de forma muy directa mis ideas”.
Estos dibujos digitales, así como un vídeo titulado Doble erosión, forman parte de lo que Rosalía Banet presentará en su próxima muestra en Twin Gallery, en Madrid. Cartografías del dolor se inaugura el próximo 20 de septiembre y es una oportunidad única para conocer el trabajo de la artista y cómo ha integrado en él el arte digital.
En cuanto a este tipo de arte, dice no estar al tanto de las tendencias, pero sí ha observado una evolución: “En sus comienzos el arte digital parecía dar más importancia a la técnica que al discurso, y ahora se ha convertido en una herramienta llena de posibilidades expresivas”, y se refiere a proyectos “como los de Daniel Canogar o el propio David Hockney en sus inmensos murales digitales que narran la llegada de la primavera”.
En sus próximos trabajos Rosalía tampoco se desvinculará del arte digital: “En estos momentos lo que más me interesa de él es lo relativo a internet, entendido como un espacio relativamente nuevo de comunicación, y sus posibilidades para crear obras online, algo que me estoy planteando desarrollar en un futuro”. Según la artista, la red de redes y los movimientos artísticos que tienen lugar en ella, como el net art, son “una salida, una plataforma para mostrar piezas y para realizar trabajos que de otra manera serían imposibles”. En un escenario de recortes y centros que se cierran “internet se ha convertido en un espacio muy interesante para el arte, un espacio sin barreras que cada día es más accesible para todos”.
Cartografías del dolor es la primera exposición individual de Rosalía Banet en Madrid después de casi seis años, compuesta por dibujos de mapas de piel como símbolo de la fragilidad del mundo que habitamos, en la que incluye dibujos digitales y un vídeo. La muestra inaugura la temporada 2013-2014 de la galería y se podrá visitar hasta el 18 de octubre.
Imagen portada: Sin título (Deseo), dibujo digital, 19x15cm, Rosalía Banet, 2012.
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