viernes, 26 de julio de 2013

Twitter como medidor de la felicidad

tweeties

El fenómeno del postureo en las redes sociales ha dado pie a mucha parodia: muchos tenemos contactos que intentan parecer mucho más nihilistas de lo que en realidad son, o, al contrario; que exhiben un estado de constante  y sospechosa euforia.

Sin embargo, Twitter sí puede funcionar como una herramienta capaz de medir con cierta eficacia el bienestar subjetivo de los ciudadanos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Pennsylvania ha analizado mil millones de tuits recogidos entre junio de 2009 y marzo de 2010 en más de 1.200 condados estadounidenses para crear un mapa nacional de la felicidad.

Dicho mapa tiñe a cada condado de un color según su nivel de bienestar subjetivo: donde el verde indica el nivel máximo y, el rojo, el mínimo. La mayoría de la costa estadounidense está señalada en verde.

Para determinar la felicidad que contiene cada tuit, los autores del estudio dividieron las 30.000 palabras analizadas en conjuntos léxicos, asociados a sentimientos positivos o negativos. En la primera categoría, mucho más numerosa, entra todo el vocabulario asociado con deporte, ejercicio físico, ideas, sugerencias, reuniones, naturaleza, seres humanos, espiritualidad, habilidades, experiencia, aprendizaje y donativos, entre otras. Las negativas, en cambio, tienen que ver, sobre todo, con los adjetivos “aburrido”, “cansado” y “estresado”. Otros ejemplos interesantes son “WTF” y la interjección ugh (negativo) o palabras como nuestro y nosotros (positivo).

También se han tenido en cuenta otras variables, como que las personas jóvenes son mucho más rotundas al expresar tanto su satisfacción como su insatisfacción que las de edad más avanzada.

Twitter abre una nueva perspectiva

Los tuits no son lo único que han analizado estos científicos. También han realizado encuestas telefónicas en las que los participantes contestaban a preguntas cerradas, conscientes, además, de que estaban realizando una entrevista. Variables como el sexo, la edad, la pertenencia a una minoría étnica o el nivel de estudios resultan más esclarecedoras que los tuits para determinar el bienestar de los individuos, reconocen los investigadores, pero, en cambio, el uso combinado de todos estos medidores abre una perspectiva diferente.

Una de las conclusiones más interesantes que arroja el estudio es que los tuits de unos individuos nos dicen mucho de la felicidad de otros que viven en su misma ciudad. Es decir, que el estudio sobre el bienestar de quienes respondieron a las encuestas telefónicas se completó gracias a las actualizaciones de tuiteros de su mismo condado y, si se compara el mapa de la felicidad que responde a las encuestas telefónicas con el que combina esos datos con los de los tuits, en el último, Estados Unidos está ligeramente más verde, es decir, más feliz.

Los autores del informe señalan que no es la primera vez que las redes ejercen de medidor en otros estudios relacionados con la salud y el bienestar: Google se vale de sus ‘queries’ para detectar tendencias en la gripe y Twitter ha sido también utilizado para establecer variaciones estacionales y regionales en las alergias.

Foto cc: ruralocity





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