viernes, 2 de agosto de 2013

La policía americana se presenta en casa de una mujer que buscaba en Google recetas de lentejas

lentejas

Varios agentes de la policía del condado estadounidense de Suffolk se presentaron en casa de Michele Catalano, una escritora de Long Island, después de que ésta hubiera realizado búsquedas en Google que la hacían sospechosa de albergar intenciones terroristas. Los términos que despertaron el recelo de los policías son “mochila” y “bomba de cocción a presión”, pero Catalano les explicó que solo investigaba cómo cocinar lentejas.

La policía acudió al domicilio este miércoles, poco después de que Catalano se marchara a trabajar, pero cuando su marido aún estaba en casa. “¿Tiene usted una olla a presión?”, cuenta la escritora, en su blog, que le preguntó un agente a su marido. Éste respondió que sí, que en la casa había una olla especial para preparar quinua, un cereal. “¿Qué demonios es la quinua?”, dice Catalano que le preguntaron entonces a su pareja.

Por cómico que parezca en un primer momento, el incidente podría guardar una relación directa con la alarma despertada por los atentados de Boston, en los que, según la versión oficial, los terroristas utilizaron ollas de cocina para fabricar los artefactos explosivos con los que mataron a tres personas e hirieron a trescientas.

Catalano explicaba en una entrada en su blog que ella estuvo buscando información en la red sobre ollas a presión, mientras su marido investigaba qué mochila comprarse. La combinación resultó fatal para los temores de la policía de Suffolk, que explicaba después, en un comunicado, recogido por Techcrunch, que, “tras investigar el incidente, determinó que la sujeta no era sospechosa”.

El incidente solo involucró a la policía local de Long Island. La oficina del FBI en Nueva York explicó que ellos no tuvieron nada que ver.

En la nota a los medios, la policía también explica que la pista sobre las búsquedas sospechosas de Catalano y su marido procedía de una empresa radicada en la zona, que había notificado que uno de sus empleados había utilizado el ordenador de su puesto de trabajo para realizar dichas búsquedas.

“Lo único que sé”, concluye Catalano en su blog, “es que, si en el futuro me compro una olla, no lo haré por Internet”.

Foto cc: emptyage





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