domingo, 1 de septiembre de 2013

Hacia un compromiso público-privado en investigación

Foto cc Seth1492 (http://www.flickr.com/photos/28674126@N02/4316157064/sizes/m/in/photostream/)

La actual dimensión económica de la investigación y su relevancia para el desarrollo y bienestar de nuestras sociedades están redibujando los papeles asignados tradicionalmente a las iniciativas pública y privada. Cada vez con mayor contundencia se exige a los agentes públicos un esfuerzo para alinear su actividad con las necesidades de las empresas, al tiempo que se espera de estas que incrementen su nivel de corresponsabilidad para afrontar los grandes retos de la sociedad, en buena medida, apoyando la generación de nuevo conocimiento, no siempre rentable a corto plazo.

Todo esto llama a la necesidad de incrementar el nivel de colaboración público-privado en investigación, y hacerlo no sólo en cantidad, sino también en calidad. En definitiva, establecer un verdadero compromiso para reforzar y renovar la cooperación en investigación.

En los países más avanzados, con el apoyo de las autoridades públicas, está siendo cada vez más frecuente el establecimiento de centros mixtos estables entre empresas y centros públicos de investigación para atender necesidades empresariales de investigación aplicada. Se trata de colaboraciones estratégicas entre los sectores público y privado con el objetivo de generar nuevo conocimiento, que permita a las empresas definir su posicionamiento estratégico en el futuro y desarrollar nuevos productos, servicios o procesos. Es un modelo de actuación estable en el tiempo, que forma parte de la estrategia empresarial y de la de los agentes del sector público. Involucra a agentes ejecutores –empresas y centros públicos de investigación, como el CSIC y las Universidades– y financiadores -Administraciones y capital privado–, pudiendo las Administraciones participar también como reguladores o compradores de servicios o productos.

En España, aunque con un amplio espacio para la mejora, se puede afirmar que el sector público y el privado han aprendido a colaborar con el objetivo de aplicar el conocimiento ya existente a la solución de problemas de índole práctica y al desarrollo de productos o procesos.  Sin embargo, este otro tipo de colaboración estratégica público-privada, focalizada a la generación planificada de nuevo conocimiento, es prácticamente inexistente.

Por parte de las empresas es requisito indispensable una clara apuesta por la investigación como parte de su estrategia de negocio. La excelencia científica de los investigadores participantes es otro elemento central en el que coinciden todas las empresas que ya están involucradas en este tipo de colaboración. En cuanto a los propios científicos del sector público, estos han de ser conscientes de que su implicación en la colaboración reducirá su libertad investigadora, al requerirse una mayor planificación de la investigación, por lo que deberán plantearse nuevos esquemas de incentivación.

Es preciso establecer las estrategias de agentes públicos y privados, en definitiva, para poder avanzar en la articulación de una estrategia país, análoga a las que están implantando las economías más avanzadas, que contribuya al progreso de nuestra competitividad en el futuro.

Miguel García Guerrero es director general de la Fundación General CSIC. Ésta organiza junto a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo el Encuentro “Hacia un compromiso público-privado en investigación”, que se celebrará en Santander los días 5 y 6 de septiembre y en el que participarán destacados expertos españoles y europeos del mundo académico, empresarial y de la administración. En la selección de los participantes y en el diseño del programa ha participado también la Fundación Cotec

 










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