La adquisición del negocio móvil de Nokia por parte de Microsoft parece una especie de crónica de una compra anunciada (con el permiso de García Márquez) que, no obstante, ha dejado perpleja a gran parte de la industria. ¿Qué motivo tenía Microsoft para hacerse con una compañía –en realidad con el 50% del negocio de ésta– con la que mantenía una estrecha relación desde que firmara un potente acuerdo de colaboración en 2011? “Extrapolado a la vida cotidiana podríamos decir que el movimiento protagonizado por Microsoft y Nokia es como el de una pareja que lleva tiempo conviviendo e incluso ha tenido hijos pero que decide dar el salto y casarse para formalizar la relación e incluso evitar que una de las partes se vea tentada a irse con otros”, ejemplifica el analista independiente de tecnología Jaime García Cantero. “De hecho –asevera el portavoz– en los ‘mentideros’ de esta industria se rumorea que uno de los motivos que ha podido acelerar la operación es el presunto plan de Nokia de lanzar algún terminal basado en la plataforma Android, de Google, aunque nunca sabremos si esto ha sido así o si la compra es solo un paso más en una relación que comenzó hace ya dos años”.
Hacia el concepto de dispositivo completo
Lo que es evidente con este movimiento es que Microsoft por fin se embarca en el concepto de dispositivo completo que abandera Apple desde hace tiempo, que siempre ha apostado por el desarrollo del hardware y el software de forma conjunta. Un concepto, por otro lado, que está siendo adoptado por la propia Google, desarrolladora de la plataforma Android, la que mayor cuota de mercado tiene actualmente, y que, no obstante compró Motorola Mobility para construir su propio dispositivo, el Moto X, a punto de llegar al mercado. “Digamos que hay dos nichos de mercado muy diferenciados, el de los fabricantes occidentales (en realidad, americanos, como Apple, Google y ahora también Microsoft) que optan por el desarrollo de dispositivos completos y su estrategia descansa en una apuesta de valor, y el de los asiáticos (Samsung, Huawei, HTC…) que apuestan fundamentalmente por Android e incluso por otras plataformas sostenibles en el coste y libres (Firefox es un ejemplo)”, señala García Cantero quien precisa además que “claramente Microsoft no se encuentra cómodo con el modelo que prodiga el mercado asiático”.
¿Por qué Nokia?
Al margen de la estrecha relación que mantienen desde hace años y su acuerdo en el terreno del sistema operativo (el uso de Windows Phone en los dispositivos de la empresa finlandesa), lo cierto es que Nokia es el fabricante que mejor encajaba en la propuesta que está dibujando Microsoft para convertirse en uno de los grandes en el área de dispositivos y servicios móviles, una estrategia que le ha llevado a abordar una completa transformación y a anunciar la búsqueda de un nuevo CEO que sustituya a Steve Ballmer, que abandonará la compañía en los próximos doce meses.
“Es cierto que Nokia no supo reaccionar a tiempo ante las últimas tendencias en telefonía móvil, que no vio las capacidades del mundo táctil, que, aun siendo el primero en desarrollar una plataforma open source hace diez años luego la desecharía viendo cómo otra, Android, siete años después alcanzaba un éxito sin igual. Sí, todo esto es cierto. Pero también lo es que sin Nokia es imposible entender el mundo de la telefonía móvil. Es, si no el más grande, uno de los mejores fabricantes de hardware para móviles del mundo”, sentencia el analista, quien indica que, precisamente por esta elevada calidad del producto, calidad europea, su coste también es alto, “al igual que el iPhone de Apple”. El tema ahora será ver si hay hueco para un producto de igual calidad más allá del mundo Apple, “compañía que, por otro lado, debe actuar [al menos eso se espera que haga el 10 de septiembre, día en el que se prevé que presente un nuevo iPhone de gama alta, el 5S, y otro de gama baja, el 5C] si no quiere ir a peor”.
El reto de las aplicaciones
En cualquier caso, aunque la calidad del hardware sea indiscutible, lo que los usuarios valoran en gran medida es el cerebro del mismo, el software. ¿Está Windows Phone preparado para tener un papel relevante en una industria dominada por iOS y Android? “En realidad, el software de Microsoft no está mal. Ha logrado hacer una plataforma de calidad y, lo que es más importante, sin que se parezca a iOS, ya que Android sí recuerda al sistema de Apple, sobre todo la versión de algunos fabricantes como Samsung –asevera el experto–. No obstante, el problema no es el software sino la escasez de aplicaciones que existen para la plataforma móvil de Windows. Está muy por detrás de iOS y Android. Microsoft tiene que ser capaz de propiciar el desarrollo de apps sobre su plataforma si quiere lograr éxito en este mercado”.
Desafíos de la integración
Más allá de los desafíos que toda compra y la posterior integración conlleva –cómo aunar dos empresas diferentes, con marcas y culturas muy distintas, una europea y otra americana, etc.–, los mayores retos a los que ahora se enfrenta Microsoft con esta operación, que se espera que se cierre en el primer trimestre de 2014, pasan por “construir una experiencia completa y clarificar el roadmap de producto de forma que pueda competir de una vez con los grandes del mercado. Habrá que ver, por otro lado, cómo consolida su oferta y su ecosistema de desarrolladores, pero esto no será una carrera a corto sino a medio plazo”.
Elop, ¿próximo CEO de Microsoft?
Otro de los desafíos de la compañía en un futuro próximo será encontrar al ejecutivo capaz de liderar la transformación hacia la era post PC que comenzó hace un tiempo y que ha apuntalado con la compra de Nokia. Precisamente con la compra del negocio de dispositivos y servicios móviles de la empresa finlandesa vuelve a hablarse con fuerza de Stephen Elop como el candidato ideal para dirigir la nueva Microsoft. Elop, en otros tiempos directivo en Microsoft, dio el salto a Nokia hace dos años para convertirse en su CEO y ahora pasará a ser vicepresidente ejecutivo de Dispositivos y Servicios de Nokia en la firma de Redmond.
“Poner a Elop como CEO sería un gesto interesante por parte de Microsoft y una muestra de la apuesta decidida de la compañía por la era post PC –reflexiona García Cantero–. Aunque, por otro lado, no hay que perder de vista que con lo que Microsoft sigue ganando mucho dinero es precisamente con el software para el mundo del PC tradicional, así que habría que ver si conviene poner a un directivo muy posicionado en el ámbito de la movilidad”. Por otro lado, indica García, optar por Elop, un directivo europeo, “puede no sonar muy bien en una empresa americana. Ha habido otros casos similares que al final no han salido bien, como el caso de Leo Apotheker en HP, aunque, claro, cada persona es completamente diferente”.
El último bastión tecnológico europeo
Finalmente, en este análisis no hay que perder de vista otro aspecto: Nokia es la última gran empresa europea que quedaba en el terreno tecnológico. “SAP también destaca, pero en un ámbito mucho más corporativo. En lo que respecta al ámbito de consumo, Nokia era la número uno”, afirma el analista.
Es más, el peso de la empresa para la economía finlandesa es brutal. “No hay que olvidar que es la primera empresa del país”.
Por supuesto aún quedará la otra mitad de Nokia, el 50% del negocio que no ha comprado Microsoft, “pero se trata de un negocio más de low cost que se enfrenta a la competencia, ahí sí muy fuerte, de los asiáticos, aunque, por otro lado, en el aspecto económico es muy estable”.
foto cc Phil Wolff
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