A principios de este año un artículo de The Economist (acompañado de una impactante portada) recuperaba el debate abierto hace un par de años por el economista Tyler Cowen (autor del interesantísimo blog Marginal revolution) y su polémico libro The Great stagnation. La tesis de Cowen entonces y la de economistas tan respetados como Robert Gordon ahora es que la economía estadounidense, y con ella la global, han entrado en un periodo de estancamiento debido al retorno decreciente de la innovación. Para estos economistas y muchos otros autores solo la innovación disruptiva permitirá volver a la senda del crecimiento. Pues bien un reciente estudio de Mckinsey señalaba algunas de estas posibles innovaciones y situaba entre ellas, como ya había hecho hace unos meses el profesor del MIT Erik Brynjolfsson, el Big data.
Pero ¿cómo, más allá de las meras inversiones en tecnología, puede impactar el Big data a la economía? Lo hace en tres áreas de crucial importancia:
Mejoras de la productividad
El análisis de las operaciones en tiempo real va a permitir a organizaciones de muy diversos sectores (desde el industrial al financiero pasando por el Retail) optimizar sus procesos y con ello ganar eficiencia y productividad. Solo utilizando datos que la compañía ya posee como el rendimiento de los equipos, el consumo de energía, el precio de las materias primas o componentes, los niveles de inventario, la productividad de los empleados o las transacciones que se realizan puede ganar en eficiencia; pero esto es sólo el principio si además es capaz de integrar y analizar datos de sus partners y proveedores o de fuentes externas. Según el citado estudio de Mckinsey, solo en los Estados Unidos los sectores de Retail y Manufacturing podrían aportar 325.000 millones de dólares adicionales al PIB de 2020 por estas ganancias de productividad conseguidas con Big data.
Nuevos modelos de negocio
Muchas empresas van a encontrar en la Data Economy o economía de los datos nuevas fuentes de ingresos. No sólo se trata de compañías que van a comercializar la explotación de sus datos sino de empresas que van a utilizar dicha información para personalizar su productos y servicios o venderlos de manera diferente. Si en el primer punto nos referíamos a hacer mejor lo que haces, aquí nos referimos a ser capaz de hacer cosas nuevas, si aquel se refería al Big data en manos de las operaciones, éste se refiere al Big data en manos del marketing y el diseño de producto.
Creación de nuevas empresas
Big data no es sólo una oportunidad para las empresas actuales sino que está permitiendo la aparición de numerosas startups con la consiguiente creación de empleo y riqueza. Desde startups españolas como Beonprice o Logtrust hasta algunas de las “niñas bonitas” de Sillicon Valley o aplicaciones a sectores tan aparentemente poco tecnológicos como la agricultura como The Climate Corporation (recientemente adquirida por Monsanto por más de 1.000 millones de dólares), multitud de empresas están surgiendo en todo el mundo aprovechando la oportunidad del Big data.
El autor del texto es Jaime García Cantero. Jaime es analista independiente y cuenta con más de 10 años de experiencia en reconocidas firmas de análisis y asesoría, como IDC en donde desempeñó la labor de Director de análisis o McKinsey en donde fue consultor. Leer más sobre Jaime.
Para conocer a fondo el alcance de big data, las tecnologías que ‘visten’ este término y las oportunidades de negocio que surgen en torno a él los próximos 7 y 8 de noviembre tendrá lugar Big Data Spain. El evento, que celebra este año su segunda edición en Madrid, está promovido por Paradigma Tecnológico y su startup Stratio
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