La mismísima Apple ha reconocido que un defecto de fábrica en algunos teléfonos iPhone 5S ha recortado su autonomía, una de las bazas comerciales de este nuevo modelo, de cuya batería la compañía siempre ha afirmado que tenía mayor duración que las de los anteriores.
“Hemos descubierto recientemente que un incidente de fabricación que afecta a un número muy limitado de dispositivos iPhone 5S podría causar que la batería tardara más en cargarse o que durase menos”, ha señalado la portavoz de Apple Teresa Brewer, en declaraciones recogidas por The New York Times.
Lo que Apple no ha mencionado es el número de iPhone que podrían ser defectuosos, aunque, según el rotativo norteamericano, estas declaraciones sugieren una cifra de algunos centenares.
Brewer ha señalado que la compañía está contactando con los clientes afectados y que les proporcionará a todos ellos un teléfono nuevo.
No es la primera vez que Apple se enfrenta a un incidente de este tipo: en 2006 se descubrió que las baterías de algunos de sus portátiles, con componentes fabricados por Sony, mostraban una peligrosa tendencia a explotar. Aun así, técnicamente, no es lo mismo una batería defectuosa que un fallo de serie, que es a lo que la compañía de Cupertino se enfrenta ahora.
Este mismo año, la compañía se vio obligada a pedir disculpas al gobierno chino por su “deficiente servicio posventa” en el país asiático, después de que los medios de comunicación estatales (que hace no mucho hicieron lo mismo con Samsung) se afanasen en criticarlo durante dos semanas.
El iPhone 5S salió a la venta en España y otros países de Europa el viernes pasado, a un precio mínimo de 699 euros (IVA incluido) para su modelo de 16 GB. En septiembre, cuando se lanzó en Estados Unidos, Apple informó de que había vendido nueve millones de unidades de este y de su otro modelo nuevo, el 5C, solo en el primer fin de semana en las tiendas.
Foto cc: andylangager
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