martes, 29 de octubre de 2013

‘MotoGoogle’ anuncia Project Ara, una plataforma de hardware libre para crear smartphones modulares

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Ahora sí, ya tenemos sobre la mesa el primer proyecto realmente diferente de Motorola desde que la compañía fuera comprada hace año y medio por Google. Lo han bautizado con el nombre de Ara y el mismo es importante por dos razones: una, puede cambiar la industria de la telefonía móvil por completo. Dos, se trata de la primera prueba clara de que Google ha inyectado su “ADN innovador” en Motorola.

¿Pero qué es Ara? Pues un proyecto dirigido por el grupo Advanced Technology and Projects de la empresa –en el que más que seguro también hay ingenieros de Google– consistente en desarrollar “una plataforma gratuita de hardware libre para la creación de smartphones altamente modulares”. Dicho de otra forma, trabajan en crear un teléfono inteligente modular que permita a los usuarios elegir e intercambiar sus componentes a voluntad. En palabras de la propia Motorola:

“Queremos hacer por el hardware lo que la plataforma Android ha hecho por el software: crear un vibrante ecosistema de desarrolladores de terceros, reducir las barreras de entrada, aumentar el ritmo de la innovación y acortar sustancialmente los tiempo de desarrollo”.

‘Smartphones’ de bloques

El tema de los dispositivos basados en el concepto de usar varias piezas intercambiables no es nuevo. Por ejemplo en 2009 la hoy desaparecida empresa israelí Modu lanzó al mercado un aparato del mismo nombre que básicamente era una pieza de hardware diseñada para utilizarse en combinación con diferentes carcasas, cada una pensada a su vez para diferentes funciones (teléfono, reproductor de música, etc).

La idea no cuajó. Sin embargo otros siguieron dándole vueltas al asunto y lanzaron nuevos planteamientos más avanzados hasta que recientemente David Hakkens hizo público el suyo: Phonebloks, un smartphone conceptual compuesto por una placa central y bloques de hardware intercambiables que tuvo muy buena acogida por parte de analistas y usuarios creándose en pocas semanas una comunidad de apoyo al proyecto bastante potente.

Esto mismo es lo que quiere hacer Motorola, quienes han contactado a Hakkens para que él y la comunidad creada en torno a Phonebloks colabore con ellos, de lo que se deduce y han confirmado abiertamente que a partir de aquí el Proyecto Ara continurá desarrollándose de manera más transparente (porque impulsar un proyecto de hardware libre de manera opaca simplemente es estúpido, añadimos nosotros).

Endoesqueleto y bloques, las piedras angulares

Concretamente en este caso todo el proyecto pivota sobre lo que llaman “endo” y “módulos”. Lo primero no es otra cosa que un endoesqueleto, una placa base como la de los ordenadores sobremesa. Lo segundo son los bloques de hardware, componente individuales (pantalla, memoria, batería, cámara, altavoces etc) diseñados para incrustarse en el endoesqueleto. Nuevamente en palabras de la propia Motorola:

“Un módulo puede ser cualquier cosa, desde un nuevo procesador hasta una nueva pantalla o teclado pasando por una batería adicional, un oxímetro –o algo aún ni pensado–!

Es decir, que el usuario compraría el “endoesqueleto pelado” junto a los módulos de hardware que más le interesaran (por ejemplo pantalla táctil, cámara de alta prestaciones, dos baterías, micro y altavoz) de los que se compondría el terminal.

Infinitas posibilidades, grandes repercusiones

Aún faltan muchos detalles por conocerse y también mucho camino por recorrer. Ahora bien, si finalmente logran lo que pretenden, desarrollar una plataforma de telefonía modular, abierta y personalizable, las repercusiones pueden ser muy importantes.

Por un lado los usuarios dejarían de sufrir la obsolescencia programada al tener total libertad para modificar las características del teléfono o podrían “diseñar su móvil perfecto”. Por el otro las empresas verían cambiar la industria de la telefonía; al actual modelo de “fabricante hace terminales para el usuario” se uniría “el mercado de desarrollo de bloques individuales de hardware”.

Son sólo algunas de las posibles consecuencias. Hay muchas más, porque si algo nos han enseñado otros proyectos de open source hardware donde el diseño del hardware, los componentes, herramientas y documentación son abiertas (por ejemplo Raspberry Pi) es que hacen posible toda clase de cosas: nuevas empresas, nuevos servicios, impulso de sectores como el educativo… Pero bueno, aún no tiremos las campanas al vuelo porque también puede que todo quede en agua de borrajas.










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