Existe una herramienta llamada LEGO Digital Designer que permite diseñar cualquier construcción de la popular marca que se nos ocurra. Nos dice cuanto costaría crear la construcción en la realidad. Podremos guardar nuestras creaciones y compartirlas y enviarlas a la página oficial de LEGO.
Con esta aplicación o sin ella, hoy en día muchas personas en todo el mundo se dedican a construir sus propios proyectos de ingeniería ‘leguística’. Aquí van unos pocos ejemplos.
El coche del futuro
Absolutamente todo a excepción de las ruedas y el soporte de la estructura está construido a partir de piezas estándar de Lego, por obra y gracia de un empresario de Melbourne (Australia) llamado Steve Sammartino y un veinteañero rumano con ciertas dotes para la ingeniería autodidacta, Raul Oaida. Cuenta con cuatro motores orbitales que componen el motor principal y un total de 256 pistones para hacerlo funcionar con aire. Medio millón de piececitas de juguete que componen el vehículo.
Dispensador de papel higiénico
Como competencia a los inodoros japoneses, en los que no hace falta papel higiénico, estos chicos de Berkeley han diseñado un dispensador de papel higiénico automatizado. Con piezas de Lego, tijeras y tiempo, mucho tiempo empleado en pensar este artefacto, han hecho posible este invento al alcance, al menos en teoría, de cualquiera.
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Impresora 3D
Matthew Kruger, estudiante de ingeniería, además de jugar ¡armó una Impresora 3D! Y la llamó ”LegoBot”. Realiza las funciones básica de cualquier otra, y se llamó Marlerbot.
Matthew trabajó un año para conseguirlo y sigue activo, avanzando con su máquina para perfeccionarla, tratando de obtener más estabilidad, más rápidez y de un tamaño más reducido.
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Una casa
El presentador de TV británica James May se dio a la tarea de construir una casa de dos pisos con todo lo necesario para vivir, con la ayuda de 1,000 voluntarios contruyeron la casa completamente de Lego, ocupando 3 millones de piezas. Lamentablemente tuvo que ser derribada al encontrarse temporalmente en medio de un viñedo y no encontrar un espacio para albergarla.
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