A veces, cuando prestamos más atención a nuestro smartphone que a la persona que tenemos enfrente, parecemos idiotas. Esa idea debió de ser la que llevo al equipo del estudio Big Lazy Robot a producir su cortometraje iDiots, una divertida –y bella– metáfora sobre la dependencia de los gadgets que nos rodea.
Una cuidada animación da forma a una historia en la que un rebaño de robots se desvive por conseguir el último smartphone de moda, que, en este caso, lleva un logo en forma de manzanita.
En FayerWayer, una de las webs que se ha hecho eco de este cortometraje, se desató un intenso debate sobre si la película trataba de la obsolescencia programada de todos los dispositivos tecnológicos, o de otras cosas, como el precio inflado que determinadas compañías –Apple, por ejemplo– asignan a algunos teléfonos cuando estos empiezan a asociarse a determinados status y modelos de vida.
Lo cierto es que el propio equipo de Big Lazy Robot, que ha trabajado en la publicidad de Chevrolet, Audi y Nike, entre otros reconoce que esta tesis era una de las que querían exponer en iDiots: “Teléfonos móviles hipercaros que hacen de todo menos llamadas decentes. Nuestra felicidad se basa en cosas que no necesitamos y que están gobernadas por entidades que no controlamos”, explican en la sinopsis del corto en su web.
Los protagonistas de iDiots son unos pequeños robots japoneses –que existen en la realidad, cuentan desde Big Lazy Robot– que hacen cola, obedientes, para adquirir el último smartphone. Y cuando lo tienen no son, ni mucho menos, más libres, sino que son abducidos por una fiebre de politonos, memes de gatitos, autofotos, filtros de Instagram y me gusta, que multiplican hasta la saciedad todo aquello sospechoso de ser momentáneamente gracioso o mono, y que hace que prefieran comunicarse entre ellos a través de mensajes instantáneos en vez de cara a cara.
Una sirena avisa a los robots de cuándo se pone a la venta el siguiente smartphone, aunque los dispositivos estén inteligentemente programados para empezar a fallar antes del próximo lanzamiento.
“Todos llevamos un i-diota dentro”
En cualquier caso, el equipo del cortometraje advierte en su web de que nadie debe tomarse demasiado en serio el mensaje de este corto. “No es más que un vídeo promocional que hemos hecho para reírnos de nosotros mismos. Todos llevamos un i-diota dentro, y es muy divertido”, reflexionan.
Los miembros de Big Lazy Robots también son los responsables del corto Keloid, que gozó de bastante popularidad en Vimeo (también fue seleccionado, como iDiots, por el propio portal), una distopía sobre un mundo en el que los robots parecen los únicos que pueden rebelarse. Estos cuidados vídeos son su forma de darse a conocer al mundo.
Foto: Big Lazy Robot
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