miércoles, 29 de enero de 2014

Análisis: ZTE Grand S Flex, un ‘smartphone’ de gama media para disfrutar a plena pantalla

ZTE Grand S Flex foto principal

Una de las revoluciones que probablemente vamos a vivir este año es la de los smartphones de gamas económicas. Hasta hace relativamente poco, si querías un teléfono con las prestaciones interesantes, tenías que fijarte en modelos de gama media y alta, ya que eran los únicos integraban pantallas de buena calidad procesadores potentes, suficiente cantidad de memoria RAM, así como otras prestaciones como cámaras capaces de captar buenas imágenes y películas. 

Sin embargo, de un tiempo esta parte, estamos viendo smartphones a precios asequibles con pantalla de hasta cinco pulgadas y resoluciones HD con buena calidad, así como con una electrónica bastante interesante, con procesadores de cuatro núcleos 1 GB de RAM y cámaras que si bien no llegan a nivel de los mejores smartphones, consiguen instantáneas muy dignas y películas full HD de buena calidad.

Por supuesto, en este tipo de terminales tienes que olvidarte de una carcasa muy lujosa o de aditamentos extra como puede ser el lector de huellas dactilares, pero a cambio lo que tienes es una muy buena relación precio/prestaciones.

Así este ZTE Grand S Flex que recientemente ha salido al mercado, podría decirse que representa muy bien esta nueva gama de smartphones Android con un precio muy asequible, pero que ofrece prestaciones más que suficientes para la mayoría de usuarios.

Por fuera

El teléfono tiene 5 pulgadas y el tamaño de carcasa no se puede decir que sea extraordinariamente contenido. Si estás acostumbrado a manejar teléfonos Android de más de 4,5” no te parecerá excesivo pero si estás más acostumbrado a teléfonos similares al iPhone te resultará gigante desde luego. Comparado, por ejemplo, con un Nexus 5 (también con pantalla de 5”) es más de medio centímetro más alto y los milímetros más ancho, que dicho así parece poca cosa pero que en la práctica hace que sea un poco aparatoso. No obstante, es bastante delgado  (8,9 mm) y tiene una forma ligeramente curvada que hace que sea un poco más fácil guardarlo en un bolsillo y sujetarlo, pero aún así, como decimos es un móvil que se siente bastante grande. Por supuesto, esto es cuestión de gustos.

En cuanto a la construcción, el ZTE Grand S Flex está fabricado con una carcasa de policarbonato blanco que se ve de buena calidad con el logotipo en relieve y plateado, bastante discreto, en la parte trasera y con una pieza de plástico brillante en la que se encuentra la cámara con el flash y el micrófono posterior. La única pega que es que esa pieza hace un ligero resalto en la carcasa, de manera que la apoyar el smartphone sobre la carcasa, esta parte de plástico brillante sufre al apoyar el teléfono y se araña con relativa facilidad. En la parte frontal es completamente de cristal y lo único que ves a mirarla de frente es el borde de la carcasa plástica.

Como sucede en muchos smartphones la carcasa no puede retirarse para acceder a cambiar la batería, y tampoco cuenta con la posibilidad de añadir una tarjeta MicroSD y expandir los 16 GB de capacidad de almacenamiento que incorpora de serie. Esto hace que la construcción sea más sólida, pero el no contar con alguna forma de ampliar el almacenamiento puede ser un inconveniente para quienes hagan muchas fotos o almacenen mucha música, películas u otro tipo de datos en el smartphone.

En general, el acabado es bastante digno, sin lujos pero con buenos materiales y un diseño sobrio, de manera que no puede decirse que sea un teléfono que vaya conquistar muchos corazones por su diseño, pero que a nadie le molestara su aspecto o su acabado. Una pequeña crítica que sí hay que hacerle al teléfono de ZTE es que tiene los botones táctiles en la parte inferior lo que hace el tamaño terminarse algo mayor, y aún tiene el botón de opciones en la parte derecha en lugar de el botón de multitarea que tienen las últimas versiones de Android, aunque lo cierto es que es lo mismo que le pasa a la mayoría de smartphones que tienen los botones fuera de la pantalla.

La pantalla

Como indicábamos, la pantalla es de cinco pulgadas y es una pantalla con tecnología IPS y con una resolución de 1.280 × 720 píxeles, y una densidad de 294 puntos por pulgada. La calidad de imagen que ofrece esta pantalla es muy buena, quizá no tiene la espectacular nitidez de las pantallas full HD, pero el brillo, nitidez y el contraste son buenos. Así, tienes que hacer una comparación directa con otra pantalla superior, como la de el Nexus 5 o un iPhone 5 para ver las diferencias, que se perciben sobre todo en la suavidad de los textos y en un brillo ligeramente inferior. Sin embargo, salvo haciendo este tipo de comparaciones, vas a vivir muy feliz con la pantalla del ZTE.

Las cámaras

En el apartado de cámaras, el ZTE Grand S Flex rebaja algo las especificaciones del modelo Grand S con una cámara posterior con 8 MP con autoenfoque y flash LED y una cámara frontal de 1 MP.

En nuestras pruebas en exteriores, la calidad de imagen que proporciona la cámara principal del Grand S Flex es razonablemente buena, con un ajuste de color correcto y con un buen detalle. Por supuesto, si la examinas al lado de otros smartphones como el iPhone 5S, la calidad está significativamente por debajo, sobre todo en cuanto a nitidez y detalle. Por otro lado, se percibe mucho más la compresión que lleva a cabo el ZTE en la imagen que, al examinarla al 100 % en un editor de imágenes da la sensación de haber sido interpolada por software (es decir “engordada” hasta una mayor resolución), algo que nos tememos es lo que sucede realmente en el smartphone, ya que al instalar otras aplicaciones de cámara como Camara ICS, la resolución máxima que nos permite es de 5 MP. Por si fuera poco, aunque en las especificaciones se indica que la cámara posterior tiene autoenfoque, la distancia mínima parece bastante justa, ya que en objetos a menos de un metro empieza a perder nitidez.

En interiores, la cámara hace un trabajo razonablemente bueno, más o menos como en exteriores, sin que haya un descenso de calidad muy grande como sucede en algunos smartphones, que hacen muy buenas fotos en exteriores pero muy deficientes en interiores. Por su lado, la cámara frontal, según las especificaciones, tiene 1 MP y la resolución de las imágenes que proporciona es de 1.280 x 720 píxeles con una calidad de imagen regular, de manera que te servirá para hacer llamadas de vídeo o algún autorretrato esporádico, siempre que no esperes mucho de la imagen resultante.

En lo que respecta al vídeo, la cámara posterior pude grabar películas Full HD y la calidad de imagen, como sucede en fotografía, puede decirse que es razonable sin ser ni de lejos extraordinaria. El detalle en vídeo es tirando a regular, pero sin duda las películas están muy comprimidas y se echa en falta algún tipo de estabilización, sobre todo si grabas en movimiento o no tienes un pulso muy firme.

Así, en resumen, puede decirse que la cámara del ZTE Grand S Flex, aunque venga etiquetada como con 8 MP, no pasa de ser la de un smartphone de gama media, por encima de los teléfonos económicos, pero muy lejos de móviles como los iPhone 5C y 5S, el Galaxy S4 o el Nexus 5 (como era de esperar por otro lado). Así, por supuesto, puedes sacar fotos decentes con el ZTE Grand S Flex, pero no dejes que las cifras te engañen y pienses que está al nivel de una cámara compacta media o un smartphone de gama alta.

Rendimiento

En cuanto a rendimiento, sucede un poco lo mismo que lo que hemos comentado en los aspectos. El ZTE Grand S Flex, cuenta con un procesador Qualcomm Snapdragon de doble núcleo a 1,2 GHz, junto con 1 GB de RAM. Y en el mundo real, es decir en el día a día, el smartphone se percibe bastante fluido, sin que tengas retardo a la hora de abrir aplicaciones o de utilizar programas medianamente exigentes como los juegos. Por supuesto, si lo comparas con otros móviles mucho más potentes se notan las diferencias: desde luego no vuela como un Nexus 5, pero es lo suficientemente rápido para cualquier usuario que no esté obsesionado con el rendimiento.

En las pruebas con aplicaciones de medida de rendimiento como AnTuTu, el ZTE Grand S Flex tiene más o menos la mitad de puntuación que un teléfono de gama alta como el Nexus 5 (en nuestras pruebas obtuvo una puntuación de 14.151, rente  los 24.713 que consiguió el Nexus 5). Sin embargo, como decíamos, incluso con la mitad de rendimiento en una aplicación de pruebas que no es el mundo real, el uso del teléfono es muy fluido, y hay que tener en cuenta que los terminales de gama alta de hace más o menos año daban unas cifras de rendimientos similares.

La autonomía el teléfono también es bastante razonable: se carga a través del conector micro USB que tiene en uno de los laterales, y el cargador es bastante compacto, de manera que no es un engorro llevarlo del sitio para otro. En nuestras pruebas la autonomía de batería a sido más o menos de un día o un día y medio, aunque depende del uso que hagas del teléfono, así que puede considerarse está dentro de la media del resto de smartphones del mercado.

En lo que respecta al software, el teléfono viene con Android 4.1 y con la personalización del fabricante. En esta personalización el punto que menos os ha gustado es el teclado TouchPal, que se supone es una ayuda y al final para muchos resulta un estorbo (por suerte, sencillamente debes ir a los ajustes para activar el teclado estándar de Android). Por supuesto, el hardware te permite usar prácticamente cualquier aplicación para Android, y resulta muy agradable como están integradas las apps de Google como Google Now, Maps, sin que el fabricante se haya empeñado en integrar aplicaciones y servicios propios para sustituir a las del desarrollador del sistema. Curiosamente, el teléfono tiene también algunas características como la radio FM que muchos fabricantes obvian en los terminales más avanzados, pero que es un detalle agradable para quienes todavía disfrutamos de la radio convencional sin necesidad de usar apps para escuchar radio en streaming que consumen ancho de banda y la tarifa de datos.

Conclusión

El ZTE Grand S Flex es un excelente teléfono de gama media con conexión 4G, peroresulta algo decepcionante que el precio en nuestro mercado se acerque a los 300 euros libre, sobre todo teniendo en cuenta que por 50 euros más tienes el Nexus 5 de Google que, desgraciadamente para ZTE, es bastante superior en todos los apartados. Sin embargo, algunos operadores como Yoigo ofrecen este ZTE Grand S Flex a un precio de 229 euros, que sí puede considerarse ya una cifra muy interesante para lo que ofrece el terminal. De este modo, si te gustan los teléfonos con pantalla grande y encuentras una oferta para hacerte con este modelo por unos 230 euros, puede decirse que es una buena elección, pero si estás pensando gastarte cerca de 300 euros, como te decíamos, puedes aspirar por un poco más a teléfonos de gama más alta como el Nexus 5 o el Galaxy S4. Si el uso que das al smartphone es navegar, mensajería, correo, ver fotos o películas  y algún juego esporádico, seguramente con el Grand S Flex te basta y te sobra. Además, tiene el detalle que incluye con el terminal unos auriculares supraaurales (de tipo diadema) con un diseño en blanco bastante llamativo, aunque algo “plasticosos”, además de los típicos auriculares de botón con micrófono y función de manos libres.






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