miércoles, 1 de enero de 2014

Pendientes, pulseras y relojes de iPhones rotos

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¿A dónde van los smartphones cuando mueren? La corta vida útil de esos dispositivos que, de repente, se han vuelto tan imprescindibles en nuestra vida, genera una inconmensurable cantidad de residuos que podrían ser reciclados, y no necesariamente en nuevos teléfonos. Así lo hace Chris Koerner, responsable de Twice Used (en inglés, usado dos veces), un proyecto que fabrica pendientes, relojes y otros objetos a partir de las carcasas de iPhones rotos.

Koerner explicó a Mashable que esta idea se le ocurrió cuando trabajaba, precisamente, reparando iPhones estropeados en una tienda y observaba la cantidad de piezas que se desechaban de éstos, condenándolas, así, a terminar sus días sin otra utilidad que la de contaminar el planeta.

“Si no hubiera sido por mi experiencia como técnico”, declaró a la web, “nunca habría sabido lo dañinos que pueden resultar estos materiales para el medio ambiente”. Las pantallas de estos teléfonos, por ejemplo, contienen, según Koerner dosis de mercurio.

Pendientes, pulseras y relojes de iPhones rotos

“Siempre habrá mercado”

Así que, con el convencimiento de que siempre habrá mercado para mantener el negocio, Koerner se embarcó en una aventura que dispone, ahora mismo, de 20.000 piezas de iPhones, con las que fabrica tableros de mesas de café, marcos de fotos, pendientes y pulseras a partir del botón del menú del iPhone o relojes de pared, objetos, todos, que conforman una original línea de objetos decorativos.

Los recursos para llevar a cabo este proyecto no se acabarán, aseguran desde Twice Used, puesto que siempre habrá propietarios torpes de iPhones a los que se les resbale el teléfono de las manos. Estos artesanos no se cortan en utilizar carcasas y pantallas hechas añicos para sus creaciones, a las que el aspecto roto les da, por qué no decirlo, un toque especial.

Y, si la demanda de productos asciende, el equipo de Twice Used se asociará con más tiendas de reparación de iPhones para seguir disponiendo de materiales con los que trabajar.

En su web en la plataforma de crowdfunding Kickstarter, los miembros de Twice Used destacan, además, que todos estos productos se fabrican de forma artesanal en un taller ubicado en el estado de Alabama, de donde procede su fundador.

Si todo esto es posible solo con los iPhone que se rompen en Estados Unidos, ¿qué no podrá hacerse con todos los smartphones que, cada día, desechamos en el mundo?

Fotos: Twice Used

 






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