El Mobile World Congress de este año, una de las ferias de tecnología más importantes del mundo, está dando mucho de sí. Y es que por ella están pasando todos los pesos pesados de la industria móvil del hardware y el software para desvelar sus grandes apuestas. Es el caso de Samsung, quien presentó en el marco del evento su esperado Galaxy S5, o de Nokia, compañía que mostró en la jornada de ayer del sarao sus nuevos terminales Android, y también el de WhatsApp, la aplicación móvil de mensajería instantánea de la que todo el mundo habla tras ser adquirida por Facebook y la misma que ayer volvió a dar el campanazo en el MWC 2014.
En concreto lo hizo Jan Koum, el CEO de la compañía, en su conferencia del Mobile World Congress en la que, aparte de comentar que el servicio ya cuenta con más de 465 millones de usuarios y prometer mil y una veces que la operación de compra no afectará en nada a sus objetivos y formas de trabajar, anunció lo que pocos esperaban: que a lo largo de este mismo año, más específicamente en el segundo trimestre de 2014, WhatsApp implementará funcionalidad de llamadas de voz. Y a este particular añadió lo siguiente:
Queremos asegurarnos que la gente siempre tiene la capacidad de permanecer en contacto y llamar a sus amigos, familiares y seres queridos, y se lo vamos a poner fácil y asequible. [..] Los valores de la plataforma de mensajería líder en el mundo serán los mismos respecto a la voz. Nos vamos a centrar en la simplicidad y nos aseguraremos de que se aplica esta regla de oro.
O sea, que, en breve, a los actuales mensajes de audio WhatsApp sumará una nueva característica, que primero llegará a la versión de la app para terminales iOS y Android y después a los BlackBerry y Windows Phone, gracias a la que sus millones de usuarios podrán comunicarse por voz en tiempo real a través de la aplicación (siempre y cuando se encuentren en una localización en la que la conexión móvil sea lo suficientemente decente, claro).
Todos a temblar
Dicen por ahí que cuando Koum espetó que “WhatsApp también tendrá voz a partir del segundo trimestre del año” durante la charla, se hizo el silencio en la sala, donde no sólo había mucha prensa sino también gran número de altos directivos de compañías de telecos varias. Un silencio lógico producto de la sorpresa del anuncio bomba que de seguro provocó a más de uno, y especialmente a los altos cargos de las telecos, sudores fríos.
¿Por qué? Pues básicamente porque la incursión de WhatsApp en el negocio de las llamadas de voz supondrá un golpe importante a las operadoras de telefonía móvil, que ya vieron cómo la aplicación socavó su suculento negocio de los SMS y cómo Skype hizo lo mismo en el campo de las llamadas internacionales. Y lo supondrá porque estamos hablando de la entrada de un nuevo actor con una base de usuarios bastante fiel, a la par que activa, de gran tamaño, que, al contar ahora con el apoyo de Facebook, crecerá exponencialmente, cuya solución de voz tendrá la grandísima ventaja competitiva respecto a las de las telefónicas de ser absolutamente gratis (bueno, más o menos, porque WhatsApp se nutre de Internet y eso habrá que seguir pagándolo).
A falta de ver qué tal ejecutan la nueva función de llamadas de voz, estamos, pues, ante el asalto final a la hegemonía de las operadoras en el sector que nos ocupa, que de cuajar podría provocar en el corto plazo, y entre otras cosas, que éstas lancen para el usuario tarifas planas de voz aún más ventajosas que las actuales, y el cual no sólo les afecta a ellas, sino también a todas las soluciones especializadas en VoIP y al resto de aplicaciones de mensajería instantánea del mercado (varias ya ofrecen llamadas de voz, un elemento diferenciador que WhatsApp anulará con el movimiento).
El principio del fin del negocio de voz
La tecnología ha provocado muchos cambios de calado en el siglo XXI, y especialmente en el campo de las comunicaciones que, con la llegada de Internet, los dispositivos móviles inteligentes, las conexiones de datos y la popularización de todos ellos es radicalmente diferente al de antaño (y, con antaño, en este caso, nos referimos a no más de 10 años atrás).
Y es que, hoy por hoy, los datos cada vez tienen más peso, la tendencia de transmitir voz acompañada de vídeo mediante soluciones como Skype o los hangouts de Google crece y una parte importante de la población mundial se ha acostumbrado a comunicarse continuamente a bajo coste sin importarles su situación geográfica ni la de los interlocutores.
En definitiva, un nuevo esquema en el que la voz per se ya no es tan relevante, y, por tanto, el negocio que la rodea también es cada vez más residual y al cual WhatsApp le dará la estocada determinante con su movimiento de subirse al tren de la voz porque supone el empujón definitivo para que en unos años desaparezca como tal debido a que pagar por voz dejará de tener sentido.
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