Como la mayoría sabréis desde hace tiempo las cosas no le van nada bien a BlackBerry. Y es que la compañía que nos ocupa, que en su día estuvo a la cabeza del sector de la telefonía móvil, viene encadenando importantes pérdidas y bajadas de ingresos trimestre tras trimestre, una tendencia que según los últimos resultados financieros que acaba de presentar ha continuado en su cuarto trimestre fiscal y finalmente le ha llevado a cerrar el peor año fiscal de la historia de la empresa.
Si ponemos el foco en lo primero, los resultados de BlackBerry en su cuarto trimestre fiscal, tenemos que la empresa registró pérdidas por valor de 423 millones de dólares, en contraposición de los 98 millones de dólares que ganó en el mismo periodo del año anterior, y que los ingresos se desplomaron mucho: fueron de aproximadamente 976 millones de dólares, una bajada del 18% respecto al anterior trimestre (unos 1.200 millones de dólares) y del 64% en comparación con el mismo trimestre del año fiscal de 2013 (2.700 millones de dólares), de los cual un 37% provinieron de las ventas de hardware, un 56% de servicios y el 7% restante de software y otros.
Y si de ahí pasamos a mover la luz sobre los resultados de la compañía correspondientes a su último ejercicio fiscal anual, la radiografía genérica que obtenemos mete miedo. En concreto en ese periodo las pérdidas netas ascendieron a 5.900 millones de dólares, muchísimo más que los 628 millones dólares de pérdidas del ejercicio anterior, y los ingresos quedaron en 6.800 millones de dólares, lo que supone un 38% menos comparados con los 11.100 millones de dólares de ingresos de hace un año.
Así que la cosas están muy negras en BlackBerry, pese a lo cual su actual CEO, John Chen, se ha mostrado optimista al declarar en el nefasto reporte de los resultados que hemos visto que está muy contento con los progresos y la ejecución durante el cuarto trimestre de la estrategia que presentó hace tres meses poco después de haber tomado la posesión del cargo ya que se han agilizado las operaciones, gracias a lo que han podido alcanzar el objetivo de reducción de gastos previsto.
Seguramente sea todo fachada, una máscara para defender su gestión, que por cierto nadie debería juzgar con dureza porque como decíamos lleva poco más de tres meses en el puesto de CEO y tomó los mandos estando BlackBerry casi en coma. Sea como fuere, hay una cosa que está muy clara: o empiezan a mejorar los ingresos ya, o más pronto que tarde BlackBerry desaparecerá.
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