domingo, 27 de abril de 2014

Nadie usa el bloatware de los móviles Samsung

En base a los datos del último informe de Strategy Analytics es muy posible que si eres usuario de un smartphone Galaxy la última vez que ejecutaras una app de Samsung fuera por error. Esta es la conclusión a la que cabe llegar después de conocer la encuesta en que se basa el informe (realizada a 250 propietarios de teléfonos Samsung Galaxy S3 y S4): aplicaciones como ChatOn sólo reciben 6 segundos al mes de atención por parte de los usuarios frente a los 151 minutos de Instagram o las 11 horas de Facebook. Al resto de la suite de aplicaciones de Samsung (incluyendo la propia Samsung App Sote) no le va mucho mejor: entre todas ellas no suman más de 7 minutos al mes.

El dato es aún más grave para Samsung si tenemos en cuenta que sus aplicaciones (al contrario que las de Facebook, por ejemplo) no sólo vienen pre-instaladas en sus dispositivos, sino que son extraordinariamente difíciles de desinstalar. Todo ello no ha impedido al gigante coreano sacar regularmente notas de prensa congratulándose de los primeros 100 millones de descargas de las Samsung Apps, o de los primeros 100 millones de usuarios de ChatOn.

¿Qué es el bloatware?

Cada vez que Google lanza una nueva versión de Android OS, pone el código a disposición de los fabricantes, que personalizan la interfaz y/o la selección de software, poniendo a su vez este Android modificado en manos de las operadoras de telefonía que, de nuevo, suelen su propio software.

Las apps incorporadas de este modo a nuestros smartphones, la mayoría con función difusa o redundante, y cuya eliminación no alteraría el correcto funcionamiento del teléfono suele denominarse ‘bloatware’ (software hinchado). Sin embargo, dado que este software que no hace más que malgastar espacio de almacenamiento y batería suele ir incorporado a la ROM del teléfono, su desinstalación sólo está al alcance de los usuarios más avanzados, capaces de rootear el dispositivo.

La motivación de operadoras y fabricantes para incluir este software en sus terminales suele ser popularizarlo compitiendo con ventaja con otro software más popular pero que no viene incluido por defecto. Sin embargo, a tenor de lo planteado por Strategy Analytics ésta es una estrategia que no le ha funcionado a Samsung (como tampoco le funciona, en general, al resto de fabricantes y operadoras y, salvando las distancias, como tampoco le terminó funcionando a Microsoft, cuyo navegador Internet Explorer terminó siendo un mero paso previo a la instalación del Mozilla Firefox o el Google Chrome).

Enrique Dans abordaba hace poco este tema en su blog y expresaba su opinión sobre esta particular estrategia comercial:

Una app que no puede eliminarse de manera sencilla y que se actualiza automáticamente, ocupando espacio de almacenamiento y ancho de banda, es una manera de insultar la inteligencia de tus usuarios. (…) una estrategia de bundling, de “va con el lote” que, entre otras cosas, debería ser estudiada y sancionada por las autoridades de defensa de la competencia.

Curiosamente el Ministerio de Ciencia de Corea del Sur, patria de Samsung, sí obliga a facilitar la instalación del bloatware.

Imagen | Vernon Chan






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