Un estudio realizado por la consultora IDC y la Universidad Nacional de Singapur y que cuenta con el patrocinio de Microsoft se ha hecho eco del elevado coste que conlleva el uso del software pirata y, en concreto, los problemas de seguridad derivados del uso de éste. Según el citado informe, el software pirata suele albergar programas maliciosos (malware) de forma bastante habitual con los riesgos de seguridad que estos acarrean y que obligarán a las empresas que lo sufran gastarse alrededor de 491.000 millones de dólares este año 2014. Un montante del que, según las estimaciones de IDC, 127.000 millones de dólares se destinarán a la gestión de problemas de seguridad y otros 364.000 millones de dólares a la gestión de datos privados y brechas de seguridad.
El estudio también indica que los consumidores y empresas que disponen de software pirata instalado o a través de la compra de PC con software pirata preinstalado tienen un 33% de posibilidades de tener que enfrentarse a la presencia de malware en sus sistemas. Además, el 30% de las personas que reconocen usar software pirata reconocen que sufren problemas de seguridad.
Y es que los ataques malware a través de la red no han dejado de evolucionar, por lo que disponer de un software original es muy importante para que los equipos no se vean infectados. “Los ciberdelincuentes aprovechan la más mínima debilidad en lo que a términos de seguridad se refiere, y esto tiene graves consecuencias económicas”, asegura David Finn, director del Centro de Ciberdelincuencia de Microsoft.
“Usar software pirata es como caminar por un campo de minas”
El análisis realizado por la Universidad Nacional de Singapur detectó que, dentro de los 203 ordenadores nuevos a los que se les instaló software pirata, el 61% de los equipos se encontraba infectado por troyanos, gusanos, virus, rootkits o adware.
Además, los trabajadores encuestados en el estudio indicaron que el 27% de ellos instala software habitualmente en los dispositivos de sus compañías sin el conocimiento ni la supervisión de estas, lo que incrementa el riesgo de infección en los sistemas corporativos.
“Usar software pirata es como caminar por un campo de minas, nunca sabes cuando puede estallar el problema y provocar un desastre. Los riesgos financieros son considerables y las pérdidas potenciales pueden conducir a grandes empresas a sufrir graves problemas. Comprar software legítimo resulta ser menos costoso a largo plazo, ya que proporciona seguridad para evitar sorpresas en forma de software malicioso no deseado” afirma John Gantz, jefe de Investigación de IDC.
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