miércoles, 4 de junio de 2014

10.000 robots Kiva al servicio de Amazon

Puede que todavía no hayan llegado al extremo de repartir mercancías con vehículos no tripulados, siguiendo el modelo de empresas más pequeñas como Matternet, pero Amazon está empeñada en convertirse en The Amazing Amazon, una compañía tan tecnológicamente innovadora que es capaz de comprar una empresa robótica (lo hizo con Kiva en 2012, gastándose nada menos que 775 millones de dólares) sólo para tener robots que controlen sus mercancías.

Gracias, o por culpa de, compañías como Amazon, los robots están volviendo a sus orígenes etimológicos, en su función de esclavos o siervos que se encargan de todo el trabajo duro. Nada menos que 10.000 robots Kiva tendrá desplegados Amazon para finales de año, según declaraciones del CEO de la compañía, Jeff Bezos. Un espectacular incremento, si tenemos en cuenta que cuando adquirieron Kiva “apenas” tenían 1.000 robots trabajando para ellos.

ExtremeTech señala la ironía del asunto: no hace mucho, Obama escogió precisamente un almacén de Amazon para dar un discurso acerca de la necesidad de promover la mano de obra americana. Y conste que los robots, aunque los fabricaran en Estados Unidos, no cuentan. El detective Spooner estaría echando pestes de la deriva que están tomando las cosas. Puede que no sea el mejor trabajo del mundo, pero no dejan de ser 10.000 puestos que se pierden. O más, teniendo en cuenta que la efectividad de los incansables robots el mayor que la de los humanos.

La eficiencia de la mano de obra robótica

Además del ahorro que supone en todos los sentidos. La compañía apenas se tiene que ocupar de mantener los almacenes frescos y limpios. Y su sistema robótico no se limita a los Kiva: los productos que se venden más están en las estanterías más próximas a la zona de empaquetado. El empaquetado, precisamente, todavía se hace a mano. The Amazing Amazon podría poner de moda una nueva etiqueta: Empaquetado a mano. Que es casi lo único humano que les queda. Pensándolo bien, Jeff Bezos tiene un aire inquietantemente robótico.

Teniendo en cuenta la relevancia de la compañía, llama la atención todo lo que hace, pero no está ni mucho menos a la cabeza en el uso de robots para este tipo de tareas. 10.000 robots era la cifra que manejaba Foxconn, el mayor fabricante del mundo, ya en el 2012. Es de esperar que en estos años hayan seguido aumentando su flota robótica. Los robots ni se quejan de las condiciones laborales ni se suicidan cuando no las soportan más, como se empeñan en hacer los empleados del fabricante asiático.

Nada de esto es culpa de los robots. Desde luego, no del simpático y laborioso Kiva. Podéis verlo en acción en el siguiente vídeo:






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