lunes, 2 de junio de 2014

Elon Musk, decidido a apoyar a la NASA en sus viajes espaciales

La NASA concluye la primera fase de su Programa Comercial de Tripulación que consta de la fabricación de naves espaciales comerciales en asociación con empresas de EE UU con el objetivo de permitir a los astronautas viajes planificados para el año 2017 hacia y desde la Estación Espacial Internacional. La comunicación de este resultado se hacía público en la página oficial de la agencia espacial un día después de la presentación de Dragon V2, la nave espacial construida por SpaceX , la compañía de Elon Musk.

Para la NASA es un avance que esperaba desde el año 2011 cuando retiró su propia flota de transbordadores espaciales y la única modalidad de los astronautas para entrar en el espacio era depender de los cohetes rusos Soyuz. La situación empeoró cuando el viceprimer ministro ruso, Dmitry  Rogozin, sugirió la posibilidad de prohibir el acceso a los astronautas americanos a sus vehículos de lanzamiento. La inversión de cientos de millones de dólares a compañías privadas para financiar el desarrollo de tecnología espacial forma parte del proyecto que la NASA ha iniciado para acabar con la subcontratación de estos servicios a un coste demasiado alto que subía a la cifra de 71 millones de dólares por astronauta enviado al espacio. En cambio, los gastos para enviar equipaje con la Dragon V2 supondrán menos de 20 millones de dólares por persona, según afirmaciones de Elon Musk.

Interior de la nave Dragon V2, de SpaceX.

Interior de la nave Dragon V2, de SpaceX.

Dragon V2 hará su primer viaje tripulado en 2016

La nave se ha diseñado con el objetivo inicial de realizar vuelos tripulados, aunque desde el año 2012 hasta el presente se ha usado sólo para transporte de carga en viajes de ida y vuelta a la Estación Espacial Internacional. Ahora SpaceX lo ha hecho oficial. La cápsula en forma de cono presentada en un evento organizado en Hawthorne, la sede de la compañía, está lista para llevar personas al espacio.

Elon Musk ha garantizado la capacidad de Dragon V2 de transportar hasta siete personas y cuatro toneladas de carga. Con un diseño interior práctico, la cápsula dispone de una consola con cuatro pantallas táctiles de gran tamaño adaptadas del sistema usado para el coche eléctrico, Tesla Modelo S. Los tres compartimentos que constituyen la nave están dispuestos de tal manera para que aseguren la rápida transición entre el departamento de carga, equipo y DragonLab, una plataforma tecnológica destinada a los experimentos. La punta del cono de la nave está prevista con un mecanismo que permite acoplarse a la Estación Espacial.

Entre otras características destacadas se reveló que se podría reutilizar para 10 misiones hasta que su escudo de calor protector necesite reparación y tendrá “la precisión de un helicóptero” al aterrizaje: “Así es como una nave espacial del siglo 21 tendría que aterrizar”, dijo el CEO de SpaceX. Uno de los puntos más esperados del discurso de Elon Musk fue cuando declaró que sería en 2016 cuando se realizará el primer viaje tripulado.

Elon Musk está comprometido con llevar a cabo su proyecto de transportar personas a otros planetas y uno de ellos podría ser Marte. El potencial de la tecnología espacial que desarrolla su compañía tiene mucho eco en el sector de investigación aeroespacial de EE UU. Un grupo de científicos de Ames Research Center de NASA ven posible el viaje a este planeta con una nave modificada llamada Red Dragon y muy parecida a la Dragon V2. Lo único que le queda por demostrar a Musk es la superioridad de sus aeronaves espaciales en la competición con otras compañías importantes como Boeing, Blue Origin LLC y Sierra Nevada Corporation.

 

 






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