martes, 3 de junio de 2014

Lo que dicen de nosotros nuestros datos de geolocalización, según un estudio

La implantación de tecnologías como el Internet de las cosas y la geolocalización está casi siempre acompañada de cierta preocupación por la privacidad de los usuarios y por la cantidad de datos que los nuevos dispositivos pueden desvelar sobre sus usuarios. Sin embargo, un nuevo estudio asegura que lo peligroso no es lo que esos datos muestran, sino lo de que ellos se puede deducir con el suficiente tiempo de observación.

Y ¿cuánto tiempo es ese? Ni más ni menos que una semana. Según los autores de esta investigación, titulada When enough is enough: location tracking, mosaic theory, and machine learning y publicada en el New York University Journal of Law and Liberty, una semana de observación de todos los datos de geolocalización de un individuo sirve para inferir valiosas (y peligrosas) conclusiones sobre sus rutinas y comportamientos, y no solo eso, sino también para empezar a predecir sus movimientos.

Citan ejemplos como el de un ciudadano estadounidense investigado por tráfico de drogas al que la policía colocó un localizador GPS en su automóvil sin que él lo supiera y vigiló durante cuatro semanas. Los responsables del estudio consideran que de dicha observación podrían haberse extraído datos íntimos e innecesarios como la práctica de un aborto, una cita en una clínica contra el SIDA o una visita a un club de striptease.

Los abogados y científicos que han participado en la elaboración de este informe han estudiado las implicaciones legales del seguimiento de los datos de geolocalización de un individuo, y han llegado a la conclusión de que, gracias a la existencia de sofisticados software de análisis, una semana de GPS puede constituir una violación de la Cuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que trata sobre la protección de los individuos respecto a la vigilancia arbitraria.

La teoría del mosaico que da título al trabajo se refiere a un modelo empleado por los expertos en seguridad para extraer información sobre empresas, que se basa en la combinación de datos públicos con datos privados para extraer del mosaico resultante conclusiones sobre el comportamiento del sujeto analizado.

La teoría cuenta con numerosos detractores, que consideran que viola los derechos fundamentales de los individuos con su capacidad para predecir y establecer modelos de comportamiento de los mismos a partir de la observación y análisis de los datos. Entre ellos, los autores del informe, que llegan a la conclusión de que una semana de recolección de información sobre un individuo vía GPS es más que suficiente para trascender los límites de la legalidad y la legitimidad.

Es decir, que, para los responsables del trabajo, lo “peligroso” no es que las autoridades sepan si un individuo está a una hora determinada en una calle determinada, sino la posibilidad que éstas tienen, a partir de los métodos de análisis adecuados, de predecir a qué horas de los siguientes días estará ese individuo en esa calle, qué es lo que hace allí y qué piensa hacer después.

Foto cc: aaronparecki






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