lunes, 30 de junio de 2014

Los fabricantes no podrán personalizar Android Wear, Auto y TV

Como todos sabéis, desde el principio Google ha permitido que los fabricantes le metan sus propias capas de personalización a Android en los dispositivo móviles que comercializan con el mentado sistema operativo. Ante esto, era lógico pensar que la compañía aplicaría la misma política en las nuevas variantes del SO destinadas a relojes inteligentes, coches y televisores (Android Wear, Auto y TV respectivamente), pero no, ya que ahora se acaba de saber que en esos casos Google no permitirá añadir interfaces diferentes a la oficial.

En concreto David Burke, ingeniero jefe de Android, es quien lo ha confirmado en las últimas horas al explicar que en Android Wear, Auto y TV será Google quien controle la interfaz de usuario y el software subyacente en vez de los fabricantes originales de los equipos, un giro que según sus propias palabras dan porque “las interfaces son ahora parte vital del producto. Queremos tener una experiencia muy consistente, veas la tele que veas, funcionará de la misma forma, y tendrá el mismo aspecto”.

¿Y qué buscan con este movimiento? Pues está bastante claro, unificar la experiencia de uso entre los diferentes dispositivos que se nutran de Android Wear, Auto y TV (por ejemplo los relojes inteligentes Gear Live de Samsung y G Watch de LG corren exactamente la misma versión de Wear sin prácticamente personalización alguna) , y tener un control férreo sobre las actualizaciones. Eso sí, lo que sí podrán seguir haciendo los fabricantes es incluir aplicaciones y servicios propios, algo muy habitual en los smartphones Android de cada uno.

Buenas noticias

“Pues qué mal, a mi me encanta la interfaz táctil X de Y fabricante y me gustaría ver una versión de la misma en su nuevo reloj inteligente que funciona con Android Wear”, pensará más de uno. Sin embargo se mire por donde se mire, el cambio que nos ocupa tiene más de positivo que de negativo, principalmente para los usuarios.

Y lo tiene sobre todo por dos razones. Una, porque al contar todos los dispositivos con la misma interfaz Google asegura una buena experiencia de uso a todos los usuarios (Google es muy buena diseñando interfaces de usuario y aunque ciertamente hay capas de personalización del mismo nivel o incluso mejores que la oficial, la mayoría son un despropósito). Y dos, porque al pasar a tener Google todo el control sobre las interfaces, desaparecerán los problemas de las actualizaciones tardías o inexistente cuando lancen nuevas versiones de los softwares.

Ahora falta ver qué tal acogen la medida los fabricantes. A aquellos que cuentan con buenas interfaces propias, que son los menos, no les hará gracia porque pierden uno de los recursos que tenían para diferenciarse de la competencia, y justo por eso otros estarán contentos ya que la medida iguala aún más la competencia. Les guste más o menos, si quieren usar Android van a tener que tragar, y quizá en poco tiempo no sólo en televisores, coches o smartwatches sino también en smartphones porque todo apunta a que más tarde o más temprano aplicarán la misma filosofía en ese sector (por ejemplo en las charlas que han dado sobre Material Design, el nuevo lenguaje de diseño de Google, insistieron en que quieren que no sea personalizado por terceros, y en el caso de Android One, la versión del sistema pensada para terminales destinados a mercados emergentes, lo mismo).

Imagen: PCMag






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