jueves, 26 de junio de 2014

Una enzima alterada a la que le gusta más la coca que al ser humano

Muy cerca, precisamente, de la planta de la cocaína, habita una bacteria a la que le gusta tanto la cocaína que acaba con ella a toda velocidad. Se la come, literalmente. Se llama cocaína esterasa y es el antídoto perfecto para contrarrestar los efectos de la droga. Algo que se sabe desde hace años, aunque hasta ahora no se podía utilizar para el tratamiento efectivo de la cocaína dentro del cuerpo humano.

El problema principal para su uso médico era su escasa capacidad de supervivencia a las temperaturas del cuerpo. En apenas 12 minutos, la bacteria había muerto, sin tiempo de llevar a cabo su tarea devoradora de coca. Así que un equipo de científicos de la Universidad de Kentucky, liderados por el investigador Chang-Guo Zhan, han decidido poner manos a la obra para aumentar la resistencia de la bacteria al calor.

Ya en 2008, el equipo presentó un estudio en el que se demostraba cómo ampliar su periodo de vida a temperatura humana en 6 horas. Ya era un logro, aunque no suficiente como para poder utilizar la bacteria de forma terapéutica. Así que han seguido jugando con la enzima y ahora presentan su estudio en Chemical Biology, con unos espectaculares 100 días de vida media a la temperatura habitual en el cuerpo humano.

Simulación informática para estudiar la enzima

Para llegar hasta este punto, intentaron acabar con la debilidad de la enzima. Generaron un modelo informático sobre el que estudiar su comportamiento mientras modificaban la temperatura a la que estaba sometida de los -263 a los 27 grados centígrados. Y después fueron probando con diferentes mutaciones intentando dar estabilidad a la parte de la bacteria que se veía afectada primero por el calor. Y sin afectar la flexibilidad activa necesaria para la catálisis, como explican en Chemical & Engineering News. Al final bastaron dos mutaciones en la cisteína del núcleo vulnerable para formar un lazo disulfídico… Para profanos como yo, toquetearon la enzima hasta darle 100 días de resistencia al calor y un 150% de efectividad a su catálisis.

En un futuro, la enzima podrá utilizarse, por ejemplo, para reducir los efectos de una sobredosis de cocaína. Y hasta podría utilizarse para apoyar tratamientos de desintoxicación y en la lucha contra la adicción. En un futuro cercano, aunque todavía tienen que seguir trabajando en ellos para ver si puede acabar con la coca antes de que le llegue al cerebro.






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