miércoles, 30 de julio de 2014

Computación en nube de Amazon para luchar contra el cambio climático

Que la computación en nube ha supuesto una auténtica revolución en el mundo de las infraestructuras TIC de las empresas lo tenemos todos claro. Sin embargo, de lo que no tantos son conscientes es que el cloud computing también está teniendo un impacto muy positivo en otros muchos sectores, destacando especialmente el de la ciencia. Y es que los servicios de computación a través de Internet son una herramienta ideal para ayudar a desarrollar diversas investigaciones, por ejemplo las relacionadas con el cambio climático, las cuales ahora Amazon quiere impulsar.

¿Cómo? Pues regalando miles de horas de tiempo de cómputo a través de un programa de becas bautizado con el nombre de Amazon Climate Research Grant. Entrando en detalles, en el marco de este programa adjudicarán un total de 50 millones de horas de cómputo en su infraestructura cloud (una de las más potentes del mundo) mediante instancias de Amazon Elastic Compute Cloud a investigaciones en curso sobre el tema del cambio climático, además de proporcionar a los equipos detrás de ellas asistencia técnica dándoles acceso a los equipos AWS Scientific Computing y AWS Solution Architects.

Sin duda, un movimiento muy interesante, con el que en palabras de Jeff Barr, evangelista jefe de Amazon Web Services, la compañía pretende “brindar recursos escalables de computación en la nube de AWS a los investigadores para que puedan analizar rápidamente los datos climáticos” y así alcanzar el objetivo último de “fomentar y acelerar la investigación, lo que se traducirá en una mejor compresión del alcance y los efectos del cambio climático, junto a análisis que podrían sugerir acciones mitigantes potenciales.”

Amazon no es el único

50 millones de horas de cómputo en la nube pueden parecer muchas, y lo son, pero no suficientes en este caso ya que hablamos de cambio climático, un fenómeno realmente complejo. O dicho de otra forma, para descubrir todas las derivadas del fenómeno en cuestión, y comprender mejor su alcance y consecuencias, la comunidad científica necesita más soporte, y afortunadamente lo tienen ya que Amazon no es el único titán del cloud computing que le está prestando recursos cloud.

Por ejemplo, Microsoft es otro de los que se ha subido a este tren. Afinando más, hace unos meses lanzaron un programa que ofrece “12 meses de recursos gratuitos de cómputo en la nube de Windows Azure” dirigido a científicos que se encuentran investigando el cambio climático, además de herramientas concretas como FetchClimate, “un rápido y gratuito servicio de recuperación de información ambiental inteligente que provee datos de observación del pasado y presente, e información predictiva del clima”. Y también IBM, quienes están proporcionando a los científicos que estudian el cambio climático hasta 100.000 años de cómputo en la nube a través de su programa World Community Grid.

Llegados hasta aquí, más de uno se preguntará a qué se debe este repentino interés de Amazon, Microsoft e IBM en echar una mano en la comprensión y lucha contra el cambio climático. Probablemente no haya una única razón, aunque claramente la principal fue la puesta en marcha en 2013 del Plan de Acción Climática por parte del Gobierno de los EE.UU con el que, entre otras cosas, el ejecutivo del país persigue justamente sumar nuevos socios que les ayuden a “predecir y combatir los impactos del cambio climático”.

Sea por lo que sea, que estos tres y otros gigantes del cloud computing estén dejando sus infraestructuras en la nube a la comunidad científica relacionada con el cambio climático son buenas noticias para todos, porque al final todos nos beneficiaremos de una u otra forma de los avances que se produzcan en cuanto a la compresión del alcance y los efectos del cambio climático.






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