Era un secreto a voces, y ya no es ni un secreto. Los márgenes que los músicos obtienen de las reproducciones de sus videoclips y canciones en los grandes servicios de streaming y vídeo online son, a juicio de muchos, irrisorios. Por eso, hoy, 16 de julio, la Red Mundial de Independientes (WIN) ha firmado una Declaración de acuerdos digitales justos para los artistas.
La declaración emitida por la WIN, que representa a nivel mundial los intereses de la comunidad musical independiente y de la que forma parte, por ejemplo, la española Unión Fonográfica Independiente (UFI), constituye “un compromiso por parte de las discográficas independientes para tratar a sus artistas de forma justa en los acuerdos firmados con terceros relativos a la explotación digital de su música”.
La Declaración establece que las compañías firmantes compartirán con sus artistas, “de manera transparente y equitativa”, el total de los beneficios de los acuerdos firmados con servicios digitales.
La intención de ésta es, según indican desde la web de la UFI, difundir el compromiso de la comunidad independiente con la justicia y la transparencia, y asegurar “una relación económica sostenible entre la industria de la música grabada y los artistas con los que trabajan”.
Transparencia y apoyo
El compromiso de la WIN se resume en varios puntos principales. Por un lado, el uso de información transparente en los contratos discográficos sobre el porcentaje de ingresos y descargas por streaming, así como la mejora de los estándares de información por parte de los servicios digitales sobre el uso y la monetización de la música. Por otro, la liquidación a los artistas de una parte proporcional de cualquier ingreso procedente de los servicios digitales por la monetización de sus grabaciones.
Asimismo, la WIN piensa no solo apoyar la postura colectiva del sector discográfico mundial, sino también a aquellos artistas que decidan oponerse, incluso públicamente, a los usos no autorizados de su música.
Esta Declaración es la respuesta de la WIN al patrón de funcionamiento por el que las grandes multinacionales obtienen enormes pagos de los nuevos servicios digitales de música, mientras los artistas observan, preocupados, la falta de relación con su porcentaje de royalty por reproducción que, normalmente, es la única fuente de ingresos que se les liquida.
“Estos pagos no guardan relación con el uso real de la música y por tanto no son atribuibles a ningún disco o canción en concreto, lo que genera un mecanismo por el que la discográfica no comparte los beneficios con sus artistas”, reflexionan desde la WIN.
Un conflicto que viene de largo
El pasado mes de junio la renegociación de YouTube de las condiciones con los músicos y sellos independientes que cuelgan contenidos en el portal provocó un conflicto, que se tradujo en una carta de IMPALA, una asociación que representa a músicos de toda Europa, a la Unión Europea, en la que le solicita que tome cartas en el asunto.
En ella, IMPALA aseguraba YouTube estaría ofreciendo a los sellos discográficos y los creadores independientes contratos no negociables, al tiempo que los amenaza con bloquear todos los contenidos que hasta ahora han subido al portal de vídeo si no aceptan estos nuevos términos. El responsable de YouTube de contenido y operaciones de negocio, Robert Kyncl, declaró entonces los videoclips de las discográficas independientes podrían ser bloqueados “en cuestión de días” si no se conseguía renegociar las licencias.
Un año antes, el ex vocalista de Radiohead, Thom Yorke, anunció la retirada de su música del servicio sueco de streaming Spotify porque éste, palabras textuales, “paga una mierda” a los artistas nuevos por la escucha de su música. No es el primer ni el último músico que se queja al respecto.
Foto cc: Wikipedia
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