El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hace unos días los ‘Indicadores del Sector de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones‘ relativos al período 2008-2012, lo cual nos permite obtener una imagen completa de la evolución del mercado de la economía digital a lo largo de la presente crisis financiera.
Evolución del número de empresas y empleados
Aunque tanto el número de empresas como el de ocupados en el sector descendieron entre 2008 y 2009, ambas variables crecieron en los últimos años de estudio, de tal modo que España comenzó su crisis con 43.708 empresas en el sector TIC y llegó a 2012 habiendo superado esa cifra: 48.218. El número de ocupados, por su parte, alcanzó 403.422, mejores datos que en los 3 años precedentes, pero aún por debajo de los 415.605 de 2008.
De este modo, podríamos concluir que puesto que llevamos varios años creando empresas y empleos de manera sostenida, la evolución del sector digital español sólo puede ser calificada, cuanto menos, de “positiva”. Pero ¿y si en lugar de valorar nuestro sector TIC ‘a peso’ lo hiciéramos teniendo en cuenta el valor de los bienes que produce (y el valor añadido de los mismos), el volumen de negocios que mueve, o el porcentaje de las empresas del sector dedicadas a actividades innovadoras? ¿Cuál sería el panorama que se nos dibujaría?
Nuestro sector TIC cada vez aporta menos a la innovación y a la economía
Visualicemos primero la evolución del volumen de negocio del sector (esto es, la cifra total de ingresos del mismo en un determinado período). Lo que vemos son unidades en miles de euros, de tal forma que hemos pasado de 100.000 millones al comienzo de la crisis a 83.000 millones a fecha de 2012. Esto es, pese a disponer de más empresas y trabajadores, nuestro sector TIC ingresaba en 2012 un 17% menos.
Echemos un vistazo ahora al peso que el sector TIC tiene sobre el total de la producción industrial del país (conclusión: caída del 50% en cuatro años) y al valor agregado de dicho sector (esto es, el que añade a lo largo del proceso productivo a los bienes que produce), dato que se salda con un descenso desde los 36.000 millones a casi los 31.700:
Por último, debemos tener en cuenta el porcentaje de empresas TIC que realizan ‘actividades innovadoras’. El INE entiende como actividades innovadoras “toda clase de actividades científicas, tecnológicas, de organización, financieras y comerciales, incluyendo la inversión en nuevo conocimiento, que conducen real o potencialmente a la puesta en marcha de innovaciones”*. La conclusión es, de nuevo, desoladora: tenemos más empresas TIC, pero el porcentaje de las mismas dedicadas a innovar cada vez es menor (hemos pasado del 45,7% al 39,3%):
Conclusión de lo que está representando para el sector TIC español la travesía por la crisis: más empresas, pero menos innovadoras y productivas. ¿Cuántos años llevamos mareando la perdiz del cambio de modelo productivo?
* Más información en la ‘Nota metodológica’ de esta nota de prensa del INE (ajena al estudio que abordamos en este artículo).
Imagen | Web MarcaEspana.es
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