Si alguien tiene una cuenta de Instagram pero no la utiliza para compartir fotos del delicioso menú del que disfrutó en su última visita a un restaurante, es como si no la tuviera. Conocedores de la cantidad de imágenes de establecimientos de comida que cada día se suben a esta red social, y de la cantidad de información que existe en ellas, cuatro jóvenes han creado la aplicación móvil JetPac, que recomienda nuevos bares y locales basándose en las imágenes que los retratan en Instagram.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y así lo suscribe JetPac, que no utiliza las reseñas y las valoraciones que los usuarios otorgan a los establecimientos para recomendarlos, sino que extrae información de las fotos que éstos publican etiquetando al negocio en Instagram (una costumbre cada vez más extendida).
“Ya no son necesarias listas interminables o reseñas. La gente vota sus sitios favoritos compartiendo fotos en Instagram”, aseguran desde la página web de la aplicación, disponible para iOS, y que se autodefine como “la verdadera imagen de los lugares divertidos”.
Jetpac City Guides – The Discovery from JetpacApp on Vimeo.
Y lo cierto es que se pueden saber muchas cosas de un restaurante o de una coctelería a partir de la foto que cuatro amigos se hagan en una de sus mesas. Por ejemplo, si tiene terraza, ya que el software de JetPac es capaz de detectar el azul del cielo.
Como su director de tecnología, Pete Warden, señala en declaraciones a Technology Review, lo que la aplicación pretende conseguir es que sus usuarios se sientan “como si ellos mismos se asomasen dentro del bar”. “Las fotos”, añade, “envían muchas señales: si un bar admite mascotas o si es más o menos caro (si lo que hay encima de la mesa son latas de cerveza será más barato que si son copas de Martini)”.
Asimismo, JetPac se vale de otros aspectos de la imagen para valorar un establecimiento. Por ejemplo, el número de sonrisas que esboce una mesa. Aun así, para la tecnología de análisis de imagen todavía es difícil encontrar sonrisas cuando son muchas las personas que la muestran en la foto.
En cualquier caso, la aplicación ya es capaz de extraer muchas señales de las fotos, ejerciendo, por ejemplo, de cazatendencias detectando iconos hípster, como bigotes, pintalabios rojos, determinadas prendas de ropa o gafas de sol en las imágenes para saber si un local es frecuentado por la gente de moda de la ciudad.
Y JetPac no solo persigue a los “modernos”; también presume de ser capaz de detectar lugares frecuentados por tribus urbanas tan diversas como surferos, hombres de negocios, estudiantes, amantes del vino o de la música, pijos, gays y lesbianas o padres y madres de familia.
La aplicación tampoco se limita a leer la información que los usuarios aportan en sus fotografías, sino que también presta atención a detalles externos a ésta que le puedan servir de indicadores de la calidad de un local, como, por ejemplo, si el perfil que sube la fotografía es el de un foodie o el de una persona de fuera de la ciudad que lo está visitando como un lugar de atractivo turístico.
Pese a los fallos y obstáculos con los que todavía topa su tecnología, Warden subraya que lo que JetPac pretende no es “elaborar un estudio científico de los restaurantes”. “Cuantos más datos consigamos”, asevera, “más completa será la fotografía que nos imaginemos de cómo es un restaurante sin conocerlo”.
Foto cc: Jackie
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