El pasado martes 1 de julio salió a la venta en nuestro mercado el último de los “buques insignia” de un gran fabricante de smartphones, el LG G3, que es el primer gran terminal que se atreve con una pantalla de 5,5 pulgadas con resolución QHD (la misma que se espera tenga el iPhone 6 de 5,5 pulgadas). En TICbeat hemos podido pasar un par de días probando el nuevo LG G3 y aunque esperamos poderlo examinar más a fondo, estas son las conclusiones de este primer contacto con el superteléfono de LG.
Por fuera
En el exterior, el chasis del teléfono parece construido en metal, pero la carcasa y la tapa exterior son de plástico con un acabado que da una convincente sensación de metal pulido. Lo que sí parece realmente metálico es todo el conjunto que forman la cámara y los botones de la parte posterior aunque podría ser sólo la pieza que sustenta el conjunto.
El acabado en general es muy bueno, y el encaje de las partes es excelente, pero a pesar de que LG lo publicite como “diseño metálico” no está construido en aluminio ni ningún otro material lujoso, y aunque recalquemos que la sensación es muy buena, no está a la altura del lujo de terminales como el iPhone de Apple.
La ventaja de que la carcasa sea plástica es que se puede retirar con cierta facilidad para acceder a la ranura microSIM y la ranura para memoria micro SD, además de poder cambiar rápidamente la batería de 3.000 mAh.
Por otro lado, en lo que respecta al diseño hay dos elementos importantes. El primero es que LG ha conseguido minimizar los marcos laterales y no hay botón alguno de hardware en el frontal, ni en los laterales, ya que estos, como sucedió en la anterior generación G2, se han retirado a la parte posterior. La consecuencia de todo ello es que el G3, teniendo una pantalla de 5,5 pulgadas es bastante compacto, se siente muy razonable en la mano y puedes agarrarlo con seguridad y manejarlo prácticamente con la misma comodidad que un smartphone de 5 pulgadas.
Así es casi tan cómodo de usar como un smartphone más pequeño, a lo que colabora también lo delgado que es (8,9 mm) y la forma de la carcasa, y está a años luz de comodidad de un phablet de 6 o más pulgadas. En los días que lo hemos disfrutado, en ningún momento se nos ha hecho incómodo de usar o de llevar en el bolsillo de un pantalón tejano, y menos en una chaqueta. Para hacerse una idea, es sólo mínimamente más grande que un Nexus 5 (que también es bastante compacto) y es más cómodo de llevar en el bolsillo por sus bordes más redondeados.
Pantalla
Una de las novedades más importantes que trae el nuevo LG G3 es seguramente su pantalla de 5,5 pulgadas con tecnología IPS y resolución QHD (2.560 x 1.440 píxeles), que se espera sea también la que integre el próximo iPhone 6, y que convierte al G3 en uno de los primeros “buques insignia” de un gran fabricante que supera la habitual Full HD de los smartphones de 5 y más pulgadas y alcanza esta resolución, que es cuatro veces superior a un panel HD (1.280 x 720). La pregunta que algunos se harán es ¿merece la pena esta resolución en un smartphone? Pues bien, en nuestro primer contacto con el LG G3 lo único que podemos decir es que la pantalla es sencillamente extraordinaria, con un brillo y nitidez espectaculares. Por otro lado, hay que ser consciente de que es probable que nadie sea capaz de distinguir entre la resolución QDD y una pantalla Full HD y tampoco podemos decir que sea, por ejemplo, la pantalla que ofrece los negros más intensos.
Las cámaras
La cámara del LG G3, con su sensor de 13 MP, y con estabilizador óptico toma fotos excelentes y el foco es rapidísimo. Además, al contrario que muchos otros smartphones, saca muy buenas fotos con objetos en movimiento, bien porque tiene un obturador muy rápido, porque es capaz de aprovechar mucho el sensor o saca partido de su estabilizador óptico. La consecuencia es que es ideal para hacer fotos a niños o a personas en general en situaciones más espontáneas. La nitidez es extraordinaria y el enfoque, como hemos señalado, es muy rápido y hace un muy buen trabajo en las zonas oscuras. Además, la cámara cuenta con un doble flash bicolor (como tiene el iPhone 5S) que adapta la temperatura del color de la luz que emite para adaptarse al color de la luz ambiental y producir un efecto más natural. En las fotos con flash, la cámara hace una especie de doble disparo, y en el primero lo que hace es medir la luz de la escena para regular la intensidad, lo que hace que incluso que las fotos sean razonablemente buenas incluso cuando las haces con flash a una persona a un metro de distancia o menos (dentro de que las fotos con flash resultan algo artificiales).
Por último, la cámara tiene distintos modo de auto disparo de autorretratos y puedes hacer que la foto se realice cuando dices una palabra (por ejemplo “Wisky”). La cámara frontal, por su parte es mucho más humilde y aunque tiene un filtro de “belleza” que difumina la textura de las pieles, lo cierto es que distorsiona los rostros por su gran angular y merece la pena darla la vuelta a la cámara para hacerte una foto, y usar el temporizador o el disparador mediante voz. En lo que respecta al vídeo, el G3 es capaz de capturar películas con resolución 4K. La imagen que consigue es de una excepcional nitidez y resulta impresionante como puedes grabar un vídeo después hacer zoom en la propia reproducción. Sin embargo, el problema de estas películas es que luego tengas una pantalla y un dispositivo capaces de mostrar la imagen y además hacerlo con fluidez. En cualquier caso, puedes bajar la resolución al habitual Full HD y seguirás teniendo películas de una gran nitidez y calidad.
Rendimiento
En lo relativo a la potencia del terminal, el LG G3 emplea el chipset Snapdragon 801 de cuatro núcleos a 2,3 GHz con 3 GB de RAM. En nuestras pruebas, el terminal se muestra muy fluido, como un Nexus 5 más o menos y no hay retardo ni nada parecido a pesar de la gran resolución de pantalla que tiene que manejar el teléfono. En las pruebas con las herramientas de test como AnTuTu obtuvimos un índice de 33.586 puntos, algo por debajo de otros smartphones similares en hardware como el Galaxy S5, aunque hay que tener en cuenta que el G3 tiene que mover una más elevada resolución de pantalla. En cualquier caso, en este aspecto no podemos tomar una conclusión más definitiva hasta hacer pruebas más extensas o lo que sería mejor todavía una comparación directa con sus rivales.
El software
El LG G3 se suministra con Android 4.4 con la personalización de interfaz de LG que es elegante y está muy bien organizada, de manera que por ejemplo puedes acceder rápidamente a los ajustes más habituales (aunque esto es algo común a Android) y en el propio apartado de ajustes también se han organizado estos por categorías de manera que es muy sencillo encontrar lo que buscas (hasta que llegue Android L en el que por fin puedes buscar por palabras entre los ajustes).
Además, una de las características exclusivas de LG son las funciones “Knock code” que te permiten crear un código de toques en la pantalla que funciona como clave de acceso. Otras de las funciones interesantes que tiene este código por toques es que puedes activar el teléfono con la secuencia de toques directamente desde el reposo, sin tener que pulsar ningún botón, lo que resulta muy cómodo (también puedes apagar el móvil dando unos toques en pantalla lo que es también muy cómodo, ya que no tienes que buscar con el dedo el botón en la parte trasera). Otra opción interesante del software es el teclado por software que integra en el que puedes personalizar la a altura de las teclas para hacerlo un poco más grande. Además en este teclado puedes mantener una fila de números.
Por otro lado, el software del G3, como hacen otros teléfonos y phablets, permite dividir la pantalla y usar dos apps al tiempo pulsando el botín de retroceder durante un par de segundos y arrastrando dos apps cada una a una zona de la pantalla. Lo cierto es que es una funcionalidad que en las tabletas tiene su utilidad y en un smartphone también puede ser interesante, aunque no es una cosa que vayan a aprovechar la mayoría de usuarios en su día a día.
También incluye una app llamada LG Health, similar a las que incorporan pulseras para salud y deporte en la que puedes puedes introducir tus datos como edad, peso, altura etc., te recomienda un plan de ejercicio. Se trata de una aplicación muy sencilla, y suponemos que se integrará con los relojes como el G Watch recién lanzado o la pulsera LG Life band.
Conclusión
El LG G3 es un terminal impresionante tanto por prestaciones como por su espectacular pantalla y tiene una de las mejores cámaras que hemos probado en un smartphone. Además, te ofrece el máximo de pantalla en el tamaño máximo que podemos considerar razonable, salvo para quienes definitivamente les guste hablar con una tableta. Sin embargo, esto ya es cuestión de gustos y usos. En nuestra experiencia, el 80% del tiempo que usas el smartphone no sacas partido de una pantalla tan grande, pero hay momentos (cuando navegas por Internet, ves fotos, películas o usas el navegador GPS) en los que realmente se agradece el desahogo de la superficie de pantalla y la tremenda calidad y resolución que ofrecen.
Por otro lado, en lo que respecta a la construcción, al acabado y al aspecto externo, hay que decir que, evidentemente, hay terreno para la mejora en materiales y quizá lo que a algunos menos nos gusta es que sea tan convincentemente metálico siendo en realidad de plástico, cuando hay teléfonos acabados en plástico que resultan muy atractivos. Quizá en este aspecto LG se haya dejado llevar por el fiebre del aluminio que hay en otros fabricantes como Apple y HTC. En cualquier caso, si te gusta el aspecto metálico que ves en las fotos del G3, sólo podemos decirte que en directo “da el pego” y nadie pensará que es de otro material.
Por último, en lo que respecta a la autonomía, no hemos tenido problemas para obtener un uso de un día o día y medio del terminal, y además el LG G3 hace una muy buena gestión de la batería en reposo, lo que significa que si no eres muy compulsivo consultando o usando el teléfono tendrás una mayor duración todavía.
En definitiva, el LG G3, en este primer contacto, nos ha parecido un smartphone extraordinario, con un elevado precio “oficial” de 599 euros como terminal libre, pero que te ofrece como extra el nuevo reloj Android Wear LG G Watch que puede ser un genial complemento, y que tiene una de las mejores pantallas y cámaras que hemos visto en un móvil (por otro lado, los precios que están ofertando los operadores están entre 429 y 499 euros). Otra cosa es que pagar 600 euros por un smartphone de gama alta a día de hoy te parezca razonable cuando por la mitad tienes teléfonos con prestaciones cercanas (aunque no con la cámara y pantalla del G3, desde luego).
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