Siempre lo hemos sabido. El dinero posee un olor característico. Tan único que se puede identificar hasta tal punto que puede servir para descubrir las grandes cantidades de dinero que cruzan las fronteras en el periplo que siguen en el trasiego de los negocios ilegales, en particular el tráfico de droga.
La compañía KWJ Engineering ha presentado esta semana un proyecto de investigación según el cual ese olor único que desprenden los billetes, debido en gran medida a la tinta que contienen, se pueden detectar gracias a unas “narices informáticas” (?) especialmente preparadas para ello.
El objetivo último del estudio es combatir el tráfico de droga entre México y Estados Unidos, atacando el punto que siempre es el más sensible, el bolsillo. Como señala Wired, cada año miles de millones de dólares, fruto del tráfico de droga, cruzan la frontera. Y los perros policía y los rayos X apenas arañan una pequeña porción de esa cantidad.
Un sensor del dinero en menos de un año
El sistema de KWJ se basa en la espectrografía de masas, capaz de detectar la firma química de los objetos, y utilizada hasta ahora para la detección de drogas y explosivos. Joseph Stetter, presidente de la compañía y uno de los autores del informe, no ha entrado en muchos detalles sobre el dispositivo, aunque parece que tendrán un primer prototipo con el sensor del dinero en menos de un año.
El particular olor del dinero en realidad está formado por elementos comunes, pero en unas cantidades y una mezcla que es única y por tanto perfectamente identificable. Eso sí, como es lógico varía según el tipo de moneda. Por el momento, KWJ sólo ha trabajado en la marca química específica del dólar.
Es de esperar que la tecnología detecte también si se trata tan sólo de un puñado de dólares o estás transportando grandes cantidades de dinero. Hasta 10.000 dólares puedes llevar encima al cruzar la frontera, lo que pueden ser muchos billetes, así que tienen que ser muy finos detectando el volumen del olor.
Por suerte, han tenido eso en cuenta, o cruzar la frontera de Estados Unidos puede convertirse en un via crucis mayor del que ya es. Según Stetter, su sistema realiza el trabajo rápidamente para no ralentizar el flujo humano en las fronteras. Pero, además, “necesita ser lo suficientemente inteligente como para distinguir el fajo de billetes de alguien de una mochila llena de dinero”.
El desarrollo cuenta con el beneplácito del Department of Homeland Security, de modo que en cuanto hayan completado el sistema los agentes fronterizos de Estados Unidos lo incorporarán a su creciente equipo de gadgets y dispositivos detectores de lo humano y lo divino.
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