miércoles, 6 de agosto de 2014

Rosetta se convierte en la primera sonda en orbitar un cometa

El momento más esperado por el equipo de científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha llegado. Después de un viaje que ha durado una década, la nave espacial Rosetta ha completado con éxito hoy su última maniobra orbital para lograr su máximo acercamiento al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. La entrada en la órbita del cometa se ha producido gracias a un propulsor que se ha quedado encendido solo 6 minutos y 26 segundos. A partir de ese momento la nave se quedará a una distancia de 100 kilómetros, la sonda automática se colocará a su lado y continuará el viaje acompañando al cometa hacia el Sol a una velocidad de 55.000 Km/hora.

El primer viaje espacial destinado a estudiar un cometa de cerca

La misión de la ESA es una de las más complejas y ambiciosas que se ha emprendido hasta ahora. Por la primera vez en la historia una sonda se acercará y aterrizará en la superficie de un cometa en un viaje espacial estimado a diez años. Desde el 2 de marzo del 2004, su fecha de lanzamiento, la nave espacial Rosetta ha llegado a la décima maniobra necesaria para entrar en la órbita del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko después de haberse quedado en hibernación 957 días.

El principal objetivo de la misión es el de recoger por la primera vez información valiosa sobre las características de este tipo de cuerpo celeste constituido por hielo y polvo y observar los cambios producidos durante su trayecto hacia el Sol. No será una misión muy fácil según han afirmado los científicos que dirigen la misión. El acercamiento y aterrizaje en un cometa que mide cuatro kilómetros de largo y avanza a una velocidad de 135.000 km/hora requerirá de unas maniobras muy delicadas.

 

philae

Philae aterrizará en la superficie del 67P/Churyumov-Gerasimenko en noviembre

Desde hoy la sonda Rosetta es la primera nave que ha entrado en la órbita de un cometa para acompañarla en su viaje hacia el Sol. Según ha comunicado la Agencia Espacial Europea, la nave llegará el 24 de agosto a los 50 kilómetros de la superficie del cometa para que el 10 de septiembre reduzca la distancia hasta los 30 kilómetros. El largo y difícil proceso de acercarse al cometa  67P/Churyumov-Gerasimenko conocerá otro momento decisivo en noviembre, cuando el módulo Philae se desprenderá de la nave madre y se posará en el núcleo del cometa usando sus dos arpones.

La poca gravedad del cometa podría hacerle rebotar al espacio así que el equipo de coordinadores se encargará de elaborar mapas para establecer el mejor lugar de aterrizaje. Según el coordinador de operaciones científicas de la misión, Laurence O’Rourke, el sitio llegará a conocerse con seguridad un mes antes del lanzamiento de Philae.

“No dependerá sólo de que sea plano, porque la superficie de los cometas sufre explosiones y habrá que tener en cuenta también donde hay aspectos buenos para investigar”, afirma O’Rourke.

Si el proceso sigue su curso normal, una vez instalado, el módulo de aterrizaje que pesa unos 100 kilogramos empezará a proporcionar a los científicos los primeros datos sobre la densidad, composición y la gravedad del cometa. Durante la primera semana Philae se alimentará con la energía de sus baterías para que en los siguientes tres meses pase a la energía de sus paneles solares.

 

giros rosetta

La misión Rosetta podría explicar el origen de la vida en la Tierra

Los investigadores están interesados en estudiar los cometas porque piensan que pueden ofrecer información importante sobre el origen del Sistema Solar:

“Los cometas están hechos del mismo material del que se formaron los planetas, pero sin procesar, así que estudiándolos se puede aprender mucho sobre cómo se formó el Sistema Solar”, comenta Michael Kueppers, otro coordinador de la misión.

El mismo especialista afirma que la investigación del núcleo del cometa podría desvelar datos esenciales que aclaren las condiciones en las que surgió la vida en la Tierra:

“Incluso puede que los cometas trajeran las moléculas que formaron la vida… es una hipótesis”.

La misión Rosetta ayudará a descubrir si los elementos que los cometas han traído en sus colisiones con la Tierra han tenido un papel importante en la aparición de la vida en nuestro planeta.

Hasta ahora los únicos datos que se han podido obtener por la ESA han sido sobre la posible temperatura del 67P/Churyumov-Gerasimenko. En el momento de la investigación el cometa estaba a 553 millones de kilómetros del Sol y tenía una temperatura media de la superficie de -70º C, un nivel demasiado alto que ha determinado a los científicos a pensar que el cometa podría estar cubierto por una corteza oscura y polvo en lugar de hielo.

A partir de noviembre estos podrán completar sus datos con imágenes de alta resolución captadas por Philae. El módulo de aterrizaje llevará a bordo un equipo de perforación que le permitirá obtener muestras para analizar la estructura y la composición química del cometa y otros instrumentos que medirán la densidad, textura, porosidad o las propiedades térmicas. Al mismo tiempo, el equipo de investigación estudiará los cambios que se producirán a la superficie del cometa en su viaje hacia el Sol.

Una vez expulsado el módulo, la sonda Rosetta volverá a situarse a unos 30 kilómetros y seguirá alejándose del cometa a medida que esté se acerque al Sol debido a las fuertes reacciones entre los gases que le componen y la radiación solar. Según las estimaciones del equipo coordinador la misión Rosetta llegará a su fin en diciembre del 2015.






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