jueves, 30 de octubre de 2014

Google también quiere ser buscador de cáncer y riesgo de infartos

Google, que se ha adentrado recientemente en el ámbito de la salud con proyectos como Baseline Study, ha desvelado que se encuentra, además, trabajando en otra ambiciosa iniciativa: nanopartículas capaces de detectar en fases muy tempranas enfermedades como el cáncer y los infartos.

El proyecto fue desvelado por Andrew Conrad, uno de los responsables de Google X, el laboratorio semisecreto de investigación del gigante de Internet, durante una conferencia en California esta semana. Conrad explicó que Google se plantea crear una píldora que contenga nanopartículas capaces de detectar la presencia de biomarcadores que indiquen la presencia de estas afecciones en el cuerpo humano.

En declaraciones recogidas por BBC, Conrad explicó que la idea que sostiene este proyecto es, a su parecer, “muy sencilla”. Consiste en que los pacientes traguen una píldora “que contenga estas nanopartículas, en las que hay anticuerpos y moléculas capaces de detectar otras moléculas”. La pastilla contaría con un núcleo magnético, de forma que pueda ser recuperada con facilidad. Se trata de “preguntarle” a la pastilla qué ha visto a lo largo de su viaje por el cuerpo de los sujetos que la ingieren, detalló Conrad.

Para él, este proyecto es algo parecido a lo que sucedería si se enviara a miles de doctores en helicóptero a investigar qué enfermedades proliferan en una ciudad y qué las causa. “Les preguntaríamos ¿qué habéis visto?”, indicó. Eso es lo que Google planea hacer con estas píldoras. Conrad citó algunos ejemplos de “preguntas” que se le podrían hacer a estas píldoras: “¿Habéis encontrado cáncer? ¿Algo vulnerable a un ataque al corazón? ¿Demasiado sodio?”.

Este miembro de Google X también explicó que, una vez desarrollada, esta tecnología es susceptible de ser incorporada a dispositivos wearables que vayan sobre las venas superficiales de la muñeca, como los smartwatch o los brazaletes inteligentes. ¿Por qué? Porque, con los medios adecuados, podrían ser capaces de detectar indicadores de enfermedades en su viaje por la circulación sanguínea.

Todavía en fase primaria

Pero, en realidad, no es tan fácil. La investigación se encuentra todavía en fases muy tempranas. El trabajo con nanopartículas puede conllevar riesgos para la salud de los individuos, y Google todavía necesita determinar qué número de éstas requiere para que el método resulte efectivo.

Conrad, además, ha señalado que Google no será el responsable final de poner en funcionamiento esta tecnología, y que tampoco se encargará de gestionar l os datos que recopilen las nanopartículas. El gigante de Internet ya ha anunciado que pretende aliarse con compañías médicas para avanzar en el desarrollo de estas técnicas, algo que sucederá en un plazo estimado de, al menos, cinco años.

Al igual que Baseline Study, que pretende convertirse en un atlas del cuerpo humano capaz de detectar bioindicadores de afecciones y situaciones de riesgo mucho antes de que éstas se materialicen, el trabajo con nanopartículas demuestra el interés de Google en la medicina preventiva y en las técnicas de diagnóstico precoz, un negocio que puede mover muchísimo dinero.

Foto cc: EMSL

 






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