Esta misma mañana hemos conocido los datos de la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre uso de las TIC, que confirman que los smartphones ya se han convertido en la principal puerta de acceso a Internet en nuestro país. No obstante, parece que no ejercen de tal entre las personas mayores.
Otro estudio, publicado también esta semana por la Asociación Estatal de Programas Universitarios para Personas Mayores (AEPUM) y el fabricante sueco Doro, especializado en teléfonos móviles de fácil uso, señala que, pese a su alta penetración en la población española, el uso de los smartphones no termina de despuntar entre las personas más mayores.
En concreto, mientras la tasa de utilización de los teléfonos inteligentes entre las personas de 50 a 60 años es de un 65%, esta proporción desciende hasta el 22,95% en aquellos usuarios de más de 80 años, también entre los que tienen formación universitaria, según explica Larry Bensadon, el director general de Doro España, en un comunicado.
Los encuestados, 5.390 personas mayores de 50 años en 15 comunidades autónomas, consideran que, junto con el teléfono fijo y el ordenador personal, el smartphone es uno de los dispositivos más fáciles de usar. Sin embargo, no lo aplican a su vida diaria. ¿Por qué?
De acuerdo con los resultados del estudio, los usuarios más mayores perciben que estos dispositivos son demasiado caros y que, además, manejar los smartphones requiere una importante inversión de tiempo. Y en eso no van desencaminados.
En julio de 2013, la Asociación de Marketing Móvil publicó un informe que desvelaba que el 33% de los hombres y el 25% de las mujeres de nuestro país invierten más de una hora semanal en navegar en Internet a través de sus smartphones. La misma cantidad de tiempo es empleada por un 29% de los varones y un 23% de las féminas para acceder a noticias, resultados deportivos, previsiones meteorológicas y aplicaciones. Y alrededor del 65% de los encuestados reconocieron que solían jugar con su móvil en el salón de su casa, algo que el resto de los participantes reconoció hacer en el transporte público.
Foto cc: Ian Livesey