miércoles, 5 de noviembre de 2014

Nuevos datos dicen que Spotify genera más ingresos que iTunes a los músicos en Europa

La marcha de Spotify de la súper estrella del pop Taylor Swift ha generado un revuelo inversamente proporcional al silencio de la cantante respecto a los motivos de su decisión. La polémica versa, una vez más, sobre la sostenibilidad del streaming para la industria discográfica y los márgenes que los artistas reciben de la plataforma anglo-sueca.

Un nuevo dato ha inclinado la balanza a favor de Spotify. La firma Kobalt Music Publishing, que representa a 6.000 músicos, entre los que se encuentran Paul McCartney, Lenny Kravitz y uno de los mayores colaboradores de Swift, Max Martin, asegura que los ingresos que los artistas recibieron de Spotify a principios de 2014 superaron en un 13% a los procedentes de iTunes. ¿Significa esto que el streaming le está ganando la batalla de la sostenibilidad a las descargas?

Según recoge el Wall Street Journal, los datos de Kobalt muestran un cambio drástico en las tendencias del mercado europeo, ya que en el tercer trimestre de 2013 era la facturación procedente de las descargas de iTunes la que superaba, nada menos que en un 32%, al dinero derivado de las reproducciones en streaming de Spotify. En el cuarto trimestre esa diferencia descendió hasta el 8%, para darle la vuelta, finalmente, a principios de 2014.

No obstante, las cifras –Willard Ahdritz, el director ejecutivo de Kobalt, dará una conferencia a lo largo de hoy en la que previsiblemente ofrecerá más- necesitan otras que las contextualicen. La fotografía completa solo puede dibujarse con las cantidades que perciben la industria de cada una de las plataformas, y no únicamente con la diferencia entre ambas; con el número de descargas musicales que se producen en iTunes y de reproducciones que se dan en Spotify; y con la relación directa entre estos dos últimos datos y los ingresos percibidos por discográficas y artistas. El mismo volumen de facturación puede proceder de muchas descargas mal remuneradas o bien de menos descargas, pero mejor remuneradas. Para muchos, como los artistas noveles que denuncian los bajos márgenes que les dan los nuevos modelos de distribución online, la diferencia es importante.

En sus últimos resultados financieros, correspondientes al tercer trimestre de 2014, Apple aseguró que las ventas globales de iTunes habían crecido desde los 4.300 millones de dólares de 2013 hasta 4.600 millones. Pero, a los pocos días, filtraciones procedentes de gente cercana a la compañía sugirieron que había sido gracias a aplicaciones, películas y juegos, y no a los discos y las canciones. Que era un secreto a voces que las descargas de música en iTunes habían descendido entre un 13% y un 14% en lo que va de año. Ello debería de haber influido de forma determinante en los ingresos que la plataforma genera a los artistas.

De Spotify se sabe que ya tiene 40 millones de usuarios activos, de los cuales 10 millones son suscriptores de pago (cifras correspondientes al pasado mes de mayo). Lo que la compañía no desvela es cuánto percibe un músico por cada reproducción de sus canciones, puesto que negocia, según suele decir, con las discográficas, y son éstas las que después cierran las condiciones con los artistas.

En cualquier caso, Ahdritz, de Kobalt, interpreta los datos como un triunfo y señala que, aunque los nuevos artistas no alcanzarán la gloria económica de las antiguas estrellas de la música, “el truco está en triplicar el número de usuarios”.

Foto cc: whittlz






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