jueves, 27 de noviembre de 2014

¿Pudo Facebook evitar el asesinato de un soldado? Debate en Reino Unido

Por más “vigilados” que se sientan algunos internautas en las redes sociales, parece que hay algunas ocasiones trágicas en las que tanto control no aporta esa seguridad a la que, supuestamente, se debe. La ingente cantidad de información que Facebook recopila de sus usuarios, por ejemplo, no protegió al soldado británico Lee Rigby de sus presuntos asesinos, Michael Adebolajo y Michael Adebowale, que habían hecho antes, según las autoridades, algún comentario violento en la plataforma.

Rigby fue asesinado en plena calle el 22 de mayo de 2013 cuando se encontraba fuera de servicio, ante varios testigos presenciales.

La cuestión ha sido reavivada casi un año después del suceso por la emisión de un informe, recogido por The Guardian, realizado por la Comisión de Inteligencia y Seguridad del Parlamento, en el que se cita que Michael Adebowale, uno de los condenados por el asesinato de Rigby, expresó en Facebook sus intenciones de agredir a un militar. Ahora el debate en Reino Unido gira en torno a si habría servido de algo que la red social trasladara esta información a las autoridades, y, más allá de eso, a si la compañía debe facilitar ese tipo de datos.

El mencionado informe, que alude de manera no explícita a Facebook –se refiere a ella como una compañía estadounidense de Internet-, señala que Adebowale aseguró en una conversación mantenida a través de la red social que estaba en sus intenciones matar a un soldado.

De acuerdo con los responsables del estudio, el intercambio de información entre Facebook y el MI5, el servicio de seguridad de Reino Unido, en ese momento podría haber prevenido el asesinato de Rigby. El documento asegura, además, que esta compañía estadounidense ha generado sin quererlo “un refugio seguro para los terroristas”.

Facebook ha respondido que, pese a que nunca se pronuncia sobre casos individuales, sus políticas son claras: “No permitimos el contenido terrorista en nuestro sitio, y tomamos medidas para evitar que nadie utilice esta plataforma para dichos propósitos”.

Sin embargo, el informe también identifica varios errores en el trabajo del MI5, que ya le seguía la pista al sospechoso en varias investigaciones distintas, y se saltó algunos protocolos y se retrasó en la toma de algunas decisiones. No obstante, el documento asegura que las agencias no podrían haber hecho mucho más, dada la información de la que disponían en ese momento, en la que no figuraban las conversaciones del condenado en Facebook.

Reino Unido se encuentra en pleno proceso de revisión de su normativa de seguridad en las telecomunicaciones. Este fin de semana la secretaria de Interior, Theresa May, ya anunció las intenciones del gobierno de obligar a las compañías telefónicas y de Internet a guardar registros de la actividad de sus usuarios, que deberían facilitar a las autoridades llegado el caso. El caso de Lee Rigby, que conmocionó a la sociedad británica en mayo de 2013, es un argumento político poderoso.

El primer ministro, James Cameron, ha insistido estos días en que los terroristas utilizan la red para comunicarse unos con otros, y ha señalado que “no debemos asumir que esas comunicaciones estén fuera del alcance de las compañías”. “Esperamos que las compañías de Internet hagan todo lo que pueden. Es su responsabilidad social”.

Foto cc: Matthew Smith

 






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