sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Qué pueden hacer los usuarios de Twitter para incrementar su influencia?

Comprender las reacciones colectivas a las acciones individuales resulta clave para difundir con eficacia la información en los medios sociales. Por eso, un equipo de investigadores compuesto por Alfredo José Morales, Javier Borondo, Juan Carlos Losada y Rosa María Benito, integrantes todos ellos del Grupo de Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Madrid (cuyas líneas de investigación abordan temas tan aparentemente distintos como las redes complejas, los autómatas celulares, caos clásico y cuántico, la complejidad en la Ecología o la dinámica no lineal de ondas) se han lanzado a responder a la pregunta “¿Qué pueden hacer los usuarios de Twitter para incrementar su influencia?”. Para ello, este equipo de investigadores ha analizado miles de conversaciones, aplicado un modelo computacional e ideado una medida de influencia que relaciona el esfuerzo empleado para producir tuits y la difusión alcanzada por los tuiteros.

Los resultados, que publica la revista Social Networks en un artículo titulado “Efficiency of human activity on information spreading on Twitter”, han confirmado que la propia estructura de Twitter es la clave que dirige la influencia. Se trata de una red heterogénea en la que una gran mayoría de usuarios con un número muy pequeño de followerss (61 de mediana, según O’Reilly Media), y unos pocos –muy pocos– con un número enorme de los mismos (hasta 40 y 50 millones). A causa de este particular tipo de distribución, se prima la topocracia (es decir, la posición que se ocupa en dicha red) frente a la meritocracia: “Tener un mayor número de seguidores es mucho más importante que el ‘esfuerzo’ o actividad que desarrolle el usuario enviando muchos mensajes”, subraya a la agencia SINC Rosa M. Benito, responsable del equipo.

“Sin embargo, si la red subyacente fuera homogénea –algo que no ocurre–, los usuarios tendrían aproximadamente el mismo número de conexiones y su posición en la red no sería importante; su influencia dependería directamente de su actividad”, aclara la investigadora. Según el estudio, en las redes heterogéneas como Twitter no importa la forma en que los usuarios envíen mensajes, porque siempre va a existir una minoría altamente influyente. Los tuits que mandan las personas o instituciones más populares se propagan mucho más y tienen más repercusión, aunque -como resulta bastante habitual- envíen muy pocos.

En palabras de Rosa M. Benito: “Los datos muestran que la emergencia de un grupo de usuarios que escriben un número pequeño de tuits pero son altamente retransmitidos se debe a que la red social es heterogénea”. En última instancia, la conclusión de la investigadora no animará demasiado a la mayoría de los tuiteros que buscan ser más influyentes: “Los usuarios corrientes pueden ganar la misma cantidad de retuits que los muy populares por medio de incrementar su actividad de forma abrupta. Así es posible aumentar su influencia por medio de la actividad, pero de una forma costosa e ineficiente”.

vía | SINC

imagen | Marc Smith






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