El significado de la palabra postureo parece irreversiblemente ligado al uso de las redes sociales. Como no hay límites y todo es susceptible de ser compartido, parece que todo es susceptible, también, de ser pasado por el filtro que algunos usuarios le dan a su vida online, que no solo es el de las fotos de Instagram. De eso habla el cortometraje What’s on your mind?, dirigido por Shaun Gigton y exhibido en el último Festival de Cannes.
What’s on your mind? –“¿qué estás pensando?”, la pregunta que Facebook hace a sus usuarios para que publiquen en su muro- retrata a un hombre que de pronto descubre que cualquier vida, incluso la más desdichada, puede parecer increíblemente atractiva en Facebook y generar un volumen insospechado de ‘me gusta’. Después descubrirá, además, que la poca felicidad que eso le aporta es efímera.
Como muchos de nosotros, cuando desciende por su muro de noticias de Facebook el protagonista no para de encontrarse con suculentos platos de comida, enamoradísimas parejas, viajes increíbles por las maravillas del mundo, runners con afán de superación y carreras profesionales irrefrenables. Así que decide que él no va a ser menos. La situación llega a tal extremo que, cuando es despedido de su empleo, lo publica en su perfil como un nuevo paso en la búsqueda de sus sueños, hashtag incluido. Sus contactos, por supuesto, lo celebran con 247 likes.
Es ficción, pero está llena de guiños a lo que cada día vemos en las pantallas de nuestros ordenadores y smartphones. En Facebook las emociones importan, y mucho, también cuando son las de nuestros contactos. Lo sabe la propia compañía, que durante 2012 implicó, sin información ni consentimiento, a 689.003 de sus usuarios en un experimento en el que estudió cómo se contagiaban las emociones entre ellos en función de la carga positiva o negativa que contuvieran las palabras de sus actualizaciones.
Cuando muchos de sus usuarios se enfadaron por lo que consideraron una manipulación de sus emociones, los responsables de la investigación se justificaron alegando que existía cierta preocupación en la red social por uno de los fenómenos que, precisamente, retrata What’s on your mind?: la supuesta incomodidad que puede llegar a producir a algunos usuarios la exhibición de felicidad y éxito de de sus contactos.
“Consideramos que era importante analizar la preocupación común que existe acerca de que publicar contenido positivo hace que las personas se sientan negativas o marginadas. Al mismo tiempo estábamos preocupados de que la exposición a la negatividad de los amigos puede llevar al abandono de Facebook”, dijo entonces Adam Kramer, uno de los expertos en análisis de Facebook.