Los coches autónomos están de moda. En la actualidad, varias universidades y compañías tienen en marcha proyectos de este tipo, por ejemplo Google, cuyos responsables presentaron en mayo una versión temprana de su primer prototipo de coche autoconducido construido por ellos desde cero. Ahora han vuelto a la carga, concretamente para enseñarnos el modelo final del mentado vehículo prototipo (el que podéis ver en la imagen que abre este artículo).
Afinando más, Google nos cuenta que desde mayo han estado trabajando en varios “prototipos de prototipos”, cada uno diseñado con el objetivo de probar diferentes sistemas, tanto los propios de un coche típico (frenado, dirección etc) como los de un vehículo autónomo (sensores, computadora, etc.), los cuales finalmente montaron todos juntos en el coche que nos ocupa, el primero completo y totalmente funcional “para una conducción completamente autónoma”.
“Mmm, pero si es igual que el que vimos en mayo”, estará pensando más de uno. Por dentro y a nivel tecnologías de autoconducción no sabemos qué han evolucionado, pero por fuera efectivamente el coche final es casi calcado al que enseñaron unos meses atrás. Sólo varían algunas pequeñas cosas, las siguientes:
- Le han añadido faros, que son vitales, básicamente para que los coches normales puedan detectarlo en carretera en condiciones de oscuridad
- Rediseñaron ligeramente el frontal, ahora ya no parece una cara de emoticono
- El sistema de radar situado en el techo ahora es menos aparatoso (y parece una sirena de coche de policía de los años 60)
Llegados a este punto, la pregunta lógica es qué pasos dará Google a partir de aquí. A este particular la compañía tampoco ha dado muchos detalles. Sólo sabemos que tan pronto como estas vacaciones de invierno comenzarán a probar el vehículo en varias pistas de prueba situadas al norte de California (que no cunda el pánico, no sólo lo probarán en calles concretas previamente preparadas sino que además habrá conductores de seguridad que en caso de problemas podrán usar los controles manuales del coche, de los que no proporcionaron datos).
Otro pasito adelante pues de Google en este sector, al que todavía le queda mucho camino por recorrer. O dicho de otra forma, faltan años hasta que empecemos a ver coches autónomos circulando por nuestras calles, básicamente porque todavía quedan diversos retos técnicos por superar y la legislación está por desarrollar (como suele ser habitual, en este caso la legislación también va por detrás de la tecnología).
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