El reciente ciberataque a Sony Pictures se ha convertido ya en un asunto de seguridad nacional para la Casa Blanca. El presidente Barack Obama se encuentra siguiendo muy de cerca las investigaciones en torno al incidente, de acuerdo con lo que publica la web Recode.
Así lo ha dicho el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, quien ha explicado que Obama supervisa la situación, y que ya se han celebrado una serie de reuniones centradas en el suceso en la residencia presidencial. La Casa Blanca considera que este ciberataque es un asunto muy serio de seguridad nacional, y está planificando su respuesta al mismo, ha añadido.
A finales de noviembre Sony Pictures hizo público que había sido víctima de un sofisticado ciberataque. Días más tarde comenzaron a aparecer en Internet películas no estrenadas de la compañía, y otros archivos con información interna de la empresa, como una hoja de cálculo en la que figuran los salarios de más de 6.000 empleados de la misma. Algunos empleados aseguran que sus datos personales, las cuentas bancarias, por ejemplo, también han sido hackeados.
Los portavoces de la sede del gobierno estadounidense no han querido señalar a ningún responsable detrás del incidente, pero esta misma semana agentes de la inteligencia norteamericana aseguraron que Corea del Norte estaba involucrada de alguna forma en el ataque, incluso aunque éste se haya lanzado desde fuera de sus fronteras.
Desde Pyongyang se ha desmentido oficialmente ninguna relación del gobierno norcoreano con el ataque, pero la teoría se sostiene en que la demanda más repetida por los atacantes de Sony es que se retire La entrevista, la comedia en la que dos periodistas norteamericanos planean asesinar al líder norcoreano Kim Jong-un durante una entrevista cuyo estreno estaba previsto para el 25 de diciembre. Estaba, porque ya ha sido cancelado, después de que distintas salas norteamericanas hayan denunciado amenazas de un grupo llamado Guardians of Peace, que dice estar también tras los ataques.
Las autoridades norteamericanas le están confiriendo una gravísima importancia al suceso, pues éste no solo tiene, según Earnest, la intención de demostrar que se puede acceder a los archivos internos de Sony para robar y filtrar información embarazosa, sino que hay también un claro objetivo de hacer daño a la empresa, que ha visto cómo se destruía información vital para interrumpir sus operaciones.
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