La red social Facebook acudirá por primera vez ante un tribunal europeo el día 9 del próximo mes de abril, la fecha que un juzgado de Viena ha establecido para la primera vista del caso que enfrenta a la compañía con Europe vs. Facebook, un grupo de 25.000 demandantes, encabezados por un joven estudiante austríaco de Derecho llamado Max Schrem.
La demanda presentada en Viena pide 500 euros para cada uno de los firmantes (lo que podría suponer un total de 14 millones para Facebook), y denuncia supuestas violaciones de la privacidad de los usuarios que la red social ha llevado a cabo, un presunto apoyo de Facebook a programas gubernamentales de cibervigilancia como PRISM, una política de privacidad poco transparente y clara y una introducción del buscador social ‘Graph Search’ que violaría la legislación europea, entre otros casos.
La audiencia prevista para el 9 de abril tiene como objetivo que el tribunal decida si las objeciones que Facebook ha puesto hasta ahora a los argumentos de los demandantes tienen fundamento jurídico. Según explica Europe vs. Facebook en un comunicado online, el equipo de la red social “ha intentado retrasar el proceso todo lo posible” presentando objeciones formales. Entre ellas, que una demanda con tal número de demandantes sería ilegal en Irlanda, donde la compañía tiene sus cuarteles generales europeos, y ocasionaría “desorden social”, y tampoco sería admisible en Austria, donde ha sido presentada.
La legislación vigente en Austria permite que un grupo de individuos transfieran sus quejas a uno solo, de forma que todas ellas se presenten como una demanda colectiva. Max Schrems, conocido como “la espina en el costado de Facebook” consiguió, cuando apenas tenía 25 años, que Facebook le enviara una copia de toda la información que había almacenado sobre él desde que se unió a la red social, en 2008. El resultado fue un CD que contenía 1.222 páginas repletas de datos como grupos a los que Schrems había pertenecido en la plataforma e incluso conversaciones de chat antiguas.
El pasado mes de agosto Schrems presentó una queja en un tribunal comercial de su país y después creó la web fbclaim.com, en la que animaba a usuarios de países de todo el mundo –excepto Estados Unidos y Canadá, donde, por motivos legales, no pueden participar- a que se sumasen a esta gran demanda contra Facebook.
En su primer mes de vida, el proyecto recibió 60.000 solicitudes de adhesión, de las que alrededor de 50.000 permanecen ahora en una lista de espera.
La semana pasada la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, se quejaba de que las grandes tecnológicas norteamericanas que operan en la Unión Europea se creen que el continente “es un territorio sin ley”. “Hay conflictos que no tienen que ver con la competencia, sino, simplemente, con obedecer las reglas”, sentenció.
Foto cc: Franco Bouly
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