sábado, 3 de enero de 2015

Zepelines antimisiles para Washington

En un ejemplo perfecto de cómo la realidad y la ficción van de la mano, hemos pasado de La Guerra de las Galaxias de Ronald Reagan, a imagen y semejanza de… la Guerra de las Galaxias, a los zepelines de Obama, a imagen y semejanza del universo alternativo de Fringe. Así, un poco inopinadamente, los zepelines están volviendo a la vigencia después de un siglo de apenas actividad.

Aunque nunca desaparecieron del todo: todavía había algunos que se encargaban de misiones de rescate en zonas apartadas. Pero su misión ahora es, si cabe, mucho más importante. Se encargan nada más y nada menos que de la protección de la capital de Estados Unidos frente a posibles misiles crucero. El sistema, fabricado por la empresa Raytheon, lleva el nombre de “Joint Land Attack Cruise Missile Defense Elevated Netted Sensor System”. Una vez más, deberían haber dedicado parte del presupuesto a buscar un nombre con más gancho.

Cada sistema JLENS es una pareja de zepelines capaces de elevarse hasta los 10.000 pies y vigilar por posibles amenazas en un radio de 550 kilómetros a la redonda. Uno de ellos utiliza un radar para explorar toda el área y el segundo realiza exploraciones más focalizadas en busca de objetos que entren en el espacio aéreo. Como misiles crucero, por ejemplo.

Si el primero de ellos detecta algo, el segundo le hace un seguimiento para que el ejército pueda reaccionar a tiempo. Desde aquí, parece una posibilidad muy remota que alguien logre lanzar un misil contra Washington, aunque después de lo de las Torres Gemelas y el Pentágono, quizá no sea tan descabellado.

En todo caso, la amenaza que se atiza ahora es la misma que la de los viejos: la amenaza roja, la Guerra Fría que ha tomado nuevos bríos desde que Rusia volvió a hacer de las suyas en Crimea. Ya sabemos que Roscosmos y la NASA rompieron sus relaciones hace tiempo, en un claro signo de los tiempos. PopSci, de hecho, menciona como principal amenaza el submarino nuclear ruso Severodvinsk, un poco al estilo de Octubre rojo pero con peores actores.






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