Más de un tercio de los españoles, el 34%, aportan datos falsos en los formularios que rellenan para registrarse en servicios y plataformas online, el dato más alto de Europa junto al de los británicos y solo por detrás de los alemanes (36%), según el último informe de privacidad de Symantec.
Lo hacen, dicen desde la firma de seguridad, porque desconfían de lo que las empresas pueden hacer con su información personal una vez que ésta entre en su poder. En la encuesta, de la que se hace eco el Wall Street Journal, España es el país europeo en el que más entrevistados declaran sentirse preocupados por la seguridad de los datos que almacenan online, seguido de cerca por Alemania.
Las cifras europeas muestran que uno de cada tres consumidores del Viejo Continente han optado por mentir cuando se registran online como medida de precaución extra. Los datos en los que mienten suelen ser el nombre, la dirección de correo electrónico y el número de teléfono. Los más aficionados a hacerlo son los de la franja de edad de entre 18 y 24 años, mientras que los de 65 o más edad suelen ser sinceros.
Sin embargo, pese a estas reticencias a facilitar datos reales online la proporción de usuarios que leen los términos y condiciones del servicio cuando compran, contratan o se dan de alta en algo sigue siendo menor: solo uno de cada cuatro lo hace.
La mayoría de los encuestados, un 70%, están convencidos de que los datos personales que facilitan online son vendidos a terceros para generar beneficio, y consideran injusto que las empresas puedan extraer réditos económicos de su información personal. Solo el 32% piensa que esta información se use para mejorar su experiencia de usuario (el argumento esgrimido siempre por las tecnológicas en su política de privacidad) e Italia es el único país en el que la mayoría de los encuestados se manifestaron satisfechos con la gestión de sus datos online.
Para Sian John, la responsable de estrategias de seguridad para Europa en Symantec, esto no es más que una expresión de la creciente desconfianza de los consumidores en las empresas, especialmente en el sector tecnológico. Las compañías, indica, deben tomar nota del fenómeno.
Foto cc: Chris Messina